Mejores condiciones laborales, peticiones de los brigadistas

Ical
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UPA pide un pacto de Estado de todas las administraciones para hacer frente a los incendios forestales que cuente con la población asentada en el medio rural

Mejores condiciones laborales, peticiones de los brigadistas - Foto: Brgimo ICAL

Uno de los miembros del comité de empresa del Resto de Consejerías de la Junta, Carlos Niño, pidió hoy que se cubran las necesidades básicas y se mejoren las condiciones laborales de los trabajadores del operativo contra incendios en Castilla y León, y denunció que los brigadistas «solo tienen un litro y medio de agua al día y un bocadillo hasta la cena».

Así lo afirmó durante los tres minutos de silencio con motivo del fallecimiento del brigadista en un incendio de Zamora, que secundaron ante la Delegación de la Junta en Palencia una treintena de personas entre sindicatos, compañeros y personal de la Junta, entre los que se encontraba también el delegado territorial, José Antonio Rubio.

Allí se señaló que «Palencia no está preparada» para atajar un incendio como el de Zamora, y alertaron que tarde o temprano pasará algo parecido en la provincia palentina. «Hay que mejorar las condiciones laborales de unas personas que se juegan la vida continuamente, y se debería trabajar todo el año y no solo unos meses, para llevar a cabo labores preventivas fuera de la época de verano», señalaron. Por ello, pusieron en valor la necesidad de cursar formación y reivindicaron la categoría de bombero forestal. 

UPA

Por otro lado, UPA pidió de manera urgente trabajar para lograr un pacto de Estado de todas las administraciones para hacer frente a los incendios forestales, que ponga «el foco en la prevención y cuente con la población del medio rural, en especial con los agricultores y ganaderos, cuyos servicios ecosistémicos se han puesto en entredicho en los últimos años». Además, solicitaron la declaración de zona catastrófica en las áreas afectadas por los incendios.

En un comunicado remitido a la prensa, la organización agraria vinculó esta proliferación de grandes incendios con «la prohibición y el abandono de actividades tradicionales en el medio rural», como la trashumancia, la recogida de leña, la quema de restos de poda o los desbroces de caminos y parcelas. 

«El cambio climático y la ola de calor tiene su parte de culpa, pero no puede ser la excusa que justifique los incendios. La mejor estrategia para prevenir incendios forestales, así como para extinguirlos en el caso de que se produzcan, es mantener limpio el monte», afirmó.