"Tienen que apostar más por la educación pública"

César Ceinos
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La nueva presidenta de FAPA, que sustituye en el cargo a Rebeca Soriano, aboga por la unión de todas las asociaciones de madres y padres de alumnos de la provincia porque «entre todas podemos y debemos apoyarnos»

Sátur Jiménez, presidenta de FAPA Palencia - Foto: Sara Muniosguren

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de alumnado de colegios públicos de Palencia (FAPA) renovó su junta directiva en la asamblea ordinaria que se celebró a finales de noviembre en el colegio público La Cañada de Ampudia. La nueva presidenta es Sátur Jiménez (Garcibuey, Salamanca, 1969), que encabezó la única candidatura que concurrió al proceso electoral para sustituir a Rebeca Soriano. Está acompañada en esta aventura por la tesorera, Margarita Quirce; la secretaria, Celia Herrero, y los vocales Carmen Casas, Rebeca Soriano, Rocío Serna, Verónica Díez, Pedro Amez, Delia de Mier y Sara Farelo.

Veterinaria residente a orillas del Carrión desde hace 17 años, es madre de dos alumnas del instituto Alonso Berruguete y forma parte de este movimiento asociativo desde que la mayor de sus hijas se matriculó por primera vez en el colegio Marqués de Santillana de la capital doce años atrás.

Aboga por una unión de todas las asociaciones de padres y madres de alumnos (AMPA) «porque entre todas podemos y debemos apoyarnos» y por una educación pública y gratuita para todos.

¿Por qué decidió participar en el movimiento de las asociaciones de padres y madres de alumnos?

Soy una persona que ya había participado en otros movimientos porque considero que la acción civil es importante para mejorar la sociedad antes de que mi primera hija entrara en el colegio. En el momento que esta pasó a formar parte del Marqués de Santillana, me pareció muy importante la participación de las familias en la educación. Esa es la razón por la que formo parte de FAPA en la actualidad.

Ahora preside la federación provincial de las AMPA. ¿Qué fines persigue esta entidad?

Engloba a todas las AMPA que quieran estar federadas y es su representante ante las administraciones. Con ella también unimos esfuerzos y reivindicamos la mejora de la educación pública. FAPA Palencia está integrada en la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado de Centros Públicos de Enseñanza de Castilla y León (Confapacal) a nivel regional y en la Confederación Española de Asociaciones de Padres y madres de Alumnado (Ceapa) a nivel nacional.

¿Cuántas entidades forman parte de FAPA?

En la actualidad están federadas 42 asociaciones de Palencia y el resto de la provincia. Es una cifra alta, puesto que aproximadamente existen unas 60 AMPA de colegios públicos, aunque alguna está inactiva. Estamos poniéndonos en contacto con todas las agrupaciones que no están federadas para que se sumen a FAPA porque consideramos que es importante la unión. Al final, todas defendemos lo mismo.

¿Qué labor cumplen las AMPA en los centros escolares?

Apoyan a los equipos directivos y al centro para mejorar la educación de nuestros hijos. También están pendientes de que se cumpla la legislación y ponen sobre la mesa problemas que, en determinados momentos, no se han visto, entre otras cuestiones. Su labor es fundamental y es un movimiento de voluntariado muy importante porque mueve a muchísima gente. Hay muchas familias implicadas, aunque, como todas las asociaciones, necesitamos mayor participación. A veces cuesta porque dedicamos parte de nuestro tiempo libre y es un esfuerzo a mayores.

¿Afectó la llegada del coronavirus al movimiento asociativo?

Sí, con la pandemia parece que todos entramos en una especie de letargo y ahora parece que volvemos a estar más activos. Eso sí, esto no significa que no estuviéramos preocupados por la educación de nuestros niños.

¿Los padres dan la importancia que merece a la educación de sus hijos?

Sí, la mayoría de ellos está muy implicado en la educación de sus hijos. Algunos, por falta de tiempo o por su situación personal, no participa de forma activa, pero considero que es un tema que preocupa a todos los padres.

¿Cómo pueden mejorar los padres la educación?

Principalmente mediante dos cauces. En primer lugar, participando en los distintos ámbitos educativos en los que tenemos espacio. Por ejemplo, en los consejos escolares hay una representación de los padres del alumnado elegida por ellos, aunque a veces en estas elecciones no hay mucha participación debido al desconocimiento o por los horarios. La conciliación es difícil.

Y, en segundo lugar, demandando las necesidades que se vean tanto a la Dirección Provincial de Educación de Palencia como a la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León.

¿La educación va más allá de los centros escolares?

La educación es un proceso que compete a toda la sociedad: en casa, en el colegio, en el barrio, en el pueblo o en la ciudad. Tenemos que tener conciencia de que una mayor y mejor educación redundará en mejores condiciones para todos y en una mejor sociedad.

Como representante de padres de centros públicos de Palencia, ¿podría valorar en qué situación se encuentra la educación pública en la provincia?

Goza de buena salud, pero es necesario que las administraciones sigan reforzándola invirtiendo más dinero. Tienen que apostar más por la educación pública con mayor presupuesto para que haya más personal, se reduzcan las ratios en los institutos y en los colegios y se atienda la diversidad que pueda haber en las aulas palentinas. Hay alumnos con altas capacidades, trastornos del espectro autista (TEA), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y otras dificultades de aprendizaje que es necesario abordar. Si no se tienen los medios suficientes podemos dejar en el camino a determinada gente.

Además, es necesario que desarrollen políticas y sistemas de enseñanza más acordes a la sociedad en la que vivimos.

¿Y las infraestructuras?

Hay colegios que tienen bastantes años y se tienen que ir arreglando. Respecto a los comedores, hay algunos que tienen cocina in situ y otros que no. Nosotros apostamos por los primeros. Creemos que es la mejor forma de poder alimentar a nuestros hijos y disminuir la huella de carbono. Además, la calidad organoléptica de la comida es mucho mejor si se cocina en el momento.

¿Faltan centros en la provincia?

En términos generales, Palencia está bien dotada. En algunas zonas quizá falten algunas ramas del Bachillerato y oferta de Formación Profesional y se tienen que desplazar a otros lugares de la provincia.

¿Es igual la educación en un pequeño pueblo que en la capital?

Es distinta. Tenemos que luchar por potenciar la escuela rural porque creemos que tiene grandes ventajas si se aprovechan todos los recursos. Hay un número menor de alumnos, lo que facilita el desarrollo de proyectos, y además se puede trabajar de manera más fácil con el entorno natural para que los niños adquieran una serie de competencias importantes. Hay colegios en la provincia que trabajan muy bien.

En cambio, la falta de conexiones es un problema, al igual que la falta de profesores de extraescolares. A veces el coste es muy caro y no se puede financiar. Recientemente, en una reunión que mantuvimos hace unos meses con la consejera de Educación, Rocío Lucas, expusimos esta cuestión y el director del Conservatorio de Música de Palencia, Enrique Abello, se puso en contacto con nosotros para llevar las actividades musicales a la provincia. Al final, se estuvo trabajando en diversos proyectos y surgió Canta Palencia, en la que participan varios colegios tanto de la ciudad como del medio rural.

Un tema que suele ser recurrente en los últimos años es la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) única para toda España. ¿Cuál es la postura de FAPA?

Tanto FAPA como Confapacal hemos demandado siempre una EBAU única. Consideramos que es importante porque nuestros jóvenes parten con desventaja frente a estudiantes de otras comunidades autónomas y, en algunos casos, no consiguen plaza en una universidad de Castilla y León porque las condiciones son más exigentes aquí que en otros lugares. Esto es un hecho.

Pero la gran novedad de este curso académico fue la implantación gratuita de las aulas para niños de dos a tres años. ¿Cómo se llevó a cabo esta iniciativa?

Abogamos por la educación gratuita, pero ha sido un proceso muy rápido y muchos centros públicos no pudieron elegir si ofrecer este curso o no. Fueron tanto la Dirección Provincial como la Consejería las que decidieron los lugares (públicos y concertados) donde se impartía esta etapa. Nosotros demandamos que se ofrezca en todos los colegios públicos porque el curso escolar que viene se ampliará a la etapa de uno a dos años. Consideramos esto muy importante porque si alguien lleva a su hijo a un centro cuando tiene dos años, al siguiente es muy improbable que cambie de sitio. Los que no lo tengan jugarán en desventaja. Es vital para mantener la educación pública y luchar por ella.

¿Tuvieron problemas los padres que quisieron matricular a sus hijos de dos o tres años en los centros?

Como se aplicó de manera muy precipitada no hubo la suficiente información o, si la hubo, esta no llegó adecuadamente a las familias. Hubo mucha incertidumbre al desconocer el proceso y los servicios que se iban a ofrecer. Este tema se hablado ya con la Consejería para que no se repita este año y haya información suficiente para que las familias decidan lo que crean conveniente.

También es reciente la entrada en vigor de la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (conocida como Lomloe o Ley Celaá). ¿Cómo está afectando este cambio legal?

En Castilla y León, la Lomloe la está aplicando una Consejería que no la apoya. Por distintos motivos, se produjeron retrasos en el desarrollo de la legislación que dificultaron la labor de los centros y arrancamos con incertidumbre todo este proceso.  Hay que darle tiempo. Lo que no tiene ningún sentido es que cambiemos de ley cada poco tiempo.

¿Esta norma trae alguna ventaja respecto a la anterior?

Creemos que trabajar por competencias es importante. Además, en los consejos escolares, las familias tenemos voz y voto, anteriormente estaban, pero no votaban. Por lo tanto, se le da más importancia a la representación familiar. Antes, nuestra participación estaba muy mermada.

¿Cómo afecta la aprobación y la derogación de leyes educativas cada poco tiempo?

Debería existir un consenso a todos los niveles (nacional, autonómico y local) en Educación para fomentar su calidad y tener la mejor posible. Que haya habido tantos cambios de leyes no es bueno para nadie, ni para padres, ni para profesores, ni para alumnos. Necesitamos ponernos de acuerdo para trabajar en beneficio de la educación de los más jóvenes.

¿Ha perdido calidad la educación con el paso de los años?

No, no creo que la educación fuera mejor antes o mejor ahora. La sociedad ha cambiado, al igual que los medios, y tenemos que adaptarnos todos.  La educación también se tiene que adaptar para que nuestros hijos puedan desarrollar sus capacidades de la mejor manera posible para que se enfrenten a los retos que se les avecinan, que son diferentes a los de las generaciones anteriores.

El acoso, en todas sus variantes, es un problema que preocupa a la comunidad educativa. ¿Qué está fallando para que se den estas situaciones en los centros escolares?

Estamos fallando como sociedad. Nuestros jóvenes están sometidos a un bombardeo de información y, en general, a mucha violencia que se traduce en determinadas conductas que debemos abordar entre todos. No es que los chicos de ahora sean peores que los de antes, sino que, a lo mejor, están viendo determinadas acciones que les hacen pensar que son normales.

¿Los niños en la actualidad están más consentidos que en el pasado?

Creo que están viviendo una situación completamente distinta a la del pasado. Hemos evolucionado, en algunos aspectos, de forma vertiginosa y, a lo mejor, no hemos sabido adaptarnos todos a esta nueva situación y transmitirles una forma de conducta adecuada. Tienen a su disposición cosas que no teníamos nosotros. Entonces, si no les damos unas pautas no saben cómo actuar.

¿Qué peticiones lanzan a la Junta de Castilla y León en la actualidad?

Además de la disminución de ratios y de la potenciación de la escuela pública de 0 a 3 años para que puedan elegirla todos los que quieran frente a los colegios concertados, reclamamos una mayor formación del profesorado para que pueda desarrollar una serie de proyectos acordes a la nueva legislación y un mayor número de lectores en centros bilingües de inglés.

¿Y al Estado?

Que tenga en cuenta a las familias para legislar, que cuando desarrolle la EBAU única lo haga de forma consensuada y pensando en los jóvenes y que llegue a acuerdos para que no haya cambios legislativos cada cuatro o seis años.