Editorial

Primaria, una puerta de entrada a la sanidad que necesita ser reforzada

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La población rural tiene el mismo derecho que la urbana a una buena asistencia

Asistimos desde hace años a las quejas coyunturales, pero también periódicas, de plataformas ciudadanas, ayuntamientos, colectivos de usuarios y vecinos en general por la falta de facultativos en algunos centros de salud del norte de la provincia, que son precisamente los más alejados de la capital. Antes de ponerse en camino para recorrer un centenar de kilómetros hasta las urgencias hospitalarias o las consultas especializadas, los habitantes de esas zonas quieren conocer mejor la gravedad de sus patologías y la necesidad real de un especialista y esa información está en manos de su médico de Familia. Y no siempre lo encuentran en su centro de salud porque está visitando enfermos, atendiendo consultorios locales, descansando tras una guardia, o tal vez de baja o de vacaciones y aún no ha llegado el sustituto. O un solo facultativo tiene que atender a todos los frentes en vez de hacerlo dos o tres. O tiene que ver a adultos y también a niños en tanto encuentran a un pediatra para esa atención específica. 

 En zonas urbanas, el problema se solventa con mayor facilidad, pero en algunas zonas rurales hay carencias de personal médico que habría que resolver, con incentivos para los profesionales, poco partidarios, a lo que parece, de desplazarse a diario un buen número de kilómetros, o de residir en una localidad donde muchas veces faltan otros servicios, empezando por las conexiones de telefonía móvil e Internet. Y, sin embargo, la población tiene el mismo derecho en ambos lugares a una buena asistencia. Y es la Atención Primaria, como puerta de entrada al sistema de salud, como espacio de triaje y derivación y como base para la prevención y la educación sanitarias, la que tiene que ser reforzada. 

Así, aunque el informe de Recursos Sanitarios Públicos correspondiente a 2021 refleja un incremento del personal sanitario del 6,45 por ciento durante los dos años duros de la pandemia del coronavirus, baste decir que si bien ha subido en el capítulo de enfermería, ha bajado en el de médicos, concretamente de los 226 que había a 31 de diciembre de 2019 a los 196 de finales de 2021. No es un problema fácil de resolver; de hecho, la nueva directora médica de Atención Primaria declaraba hace unos días a Diario Palentino que el de la falta de personal es el principal reto que tiene que afrontar, ya que por mucho que procure reorganizar los servicios, necesita disponer de facultativos. No sucede solo en nuestra provincia, la falta de médicos de Familia se da con carácter general en toda España porque no es una especialidad a priori tan atractiva como otras y porque, como decíamos, no debe resultar cómodo afrontar a diario largos desplazamientos. Algo habrá que hacer, sin embargo, para solventarlo. Quizá explicar mejor en la carrera el auténtico espíritu que preside la primera atención al paciente. O rebajar un tanto esas inalcanzables notas de corte que dejan muchas vocaciones fuera.