El alcalde, Mario Simón, cargó ayer contra el «chantaje económico» del acuerdo entre la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Gobierno de España al asegurar que «es un ataque a la autonomía local, aunque se vista de voluntario». Este también denunció que «no ha sido negociado y rompe con el tradicional consenso en la toma de decisiones».
El regidor capitalino criticó «la falta de escucha del Gobierno de la Nación» y la «artimaña» llevada a cabo para financiarse a través del superávit de los ayuntamientos. «Es un ataque a la autonomía local, pues aunque se viste de voluntario, tiene detrás un chantaje económico», señaló Simón, quien apuntó que «aquellos que no cedan el superávit no podrán optar a financiación suplementaria, por lo que está condicionando a los ayuntamientos».
Cabe recordar que los ayuntamientos y diputaciones que decidan voluntariamente acogerse al plan, entregarán su superávit a cambio de poder acceder a un fondo con hasta 5.000 millones de euros para destinarlo a tres áreas de actuación: agenda urbana y movilidad sostenible, cuidados de proximidad y cultura. Para recuperarlo, si las circunstancias lo permiten, en, al menos, una década.
El alcalde de la formación liberal tachó el acuerdo de «insolidario», ya que «es la puntilla para aquellos consistorios que no tienen superávit, pues al no poder ceder sus remanentes, tampoco pueden optar al fondo adicional de 5.000 millones».
Simón señaló que solo puede rechazar este acuerdo y que le gustaría «que el Gobierno de España se sentara a negociar con el resto de partidos de la oposición, para poder acercar posturas y llegar a acuerdos, retomando el consenso que se perdió en la FEMP». El alcalde recordó algunas propuestas que se han lanzado desde la formación naranja, como flexibilizar los motivos de gasto y que estos sean más variados.
Hasta el 15 de septiembre queda tiempo para tomar una decisión que se anticipa «compleja», señaló, «sobre todo cuando se gobierna en numerosos ayuntamientos en coalición con otros partidos», finalizó.