Una granja con 80.000 gallinas que sale a flote

ALBERTO ABASCAL
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Servicios de Granja Tomé, ubicada en Villamuriel de Cerrato, supera un concurso de acreedores y evita la liquidación · La explotación produce 70.000 huevos diarios

Imagen de archivo de la línea de recogida de huevos. - Foto: ÓSCAR NAVARRO

No es fácil producir 70.000 huevos diarios. Sin embargo, una empresa ubicada en la carretera de Villamuriel de Cerrato, concretamente Servicios de Granja Tomé, supervisada por José Ignacio Torres Merino y por su hermano José María, lo venía haciendo desde hacía varios años en favor de la industria alimentaria gracias a la aportación de 80.000 gallinas ponedoras. Y felizmente lo seguirá haciendo en el futuro después de haber superado un concurso de acreedores por sobreendeudamiento.

«Estamos ahora mismo en el proceso de hacer frente de los pagos a los acreedores que asciende a un montante cercano a los 500.000 euros. Después de un trabajo extraordinario la empresa ha podido salir a flote asegurando totalmente los activos formado por la granja y una planta fotovoltaica», explicó a Diario Palentino el abogado palentino Luis Villarrubia, que ha actuado como administrador concursal.

«Tengo que decir que a lo largo de todo el proceso concursal hubo una persona que ha sido fundamental para lograr un final feliz y esa persona ha sido la titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 (hace las funciones de Juzgado de lo Mercantil), Paloma Martín Gallego, una magnífica profesional que ha tenido la empatía suficiente para propiciar la mejor de las soluciones para evitar la liquidación», apunta Luis Villarrubia.

Se da la circunstancia de que Diario Palentino realizó en marzo de 2020, justo en el momento de estallar la crisis sanitaria del covid-19, un reportaje en la granja para conocer con más profundidad lo que supone el día a día de una empresa agrícola de estas características. Entonces, José Ignacio Torres, originario de Melgar de Fernamental (Burgos), explicó que los inicios no fueron fáciles, ya que seis años antes tuvo que hacer una reforma  por un montante de 600.000 euros para ajustarse a la normativa de la Unión Europea. Tuvo también una explotación de cerdos -llegó a contar con 1.300 cabezas- «pero decidimos abandonar porque así era imposible», comentaba José Ignacio, que enfrascado en el mundo agroganadero también lanzó sus tentáculos en las energías renovables. Con una inversión de 730.000 euros, llegó a conseguir una producción de 100 kilowatios/h. gracias a una planta de placas solares que disponía en su terreno aledaño a la granja.

NORMAS DE LA UE. Por lo demás, José Ignacio y su hermano José María se levantan a las cinco de la madrugada para iniciar su jornada laboral. Y es que recoger, seleccionar, empaquetar y distribuir 70.000 huevos diarios no es tarea sencilla. «Tenemos todo automatizado según la normativa comunitaria», mantenía entonces el responsable de la granja, quien añadía que las gallinas se encuentran en jaulas homologadas por la UE en materia sanitaria y medio ambiental. 

Los 80.000 animales, que consumen una media diaria de 8.000 kilogramos de pienso con base de maíz, se encuentran ubicadas en una nave de 155 metros de larga, 13 metros de ancha y cinco de alta. La retirada de los animales que mueren también está regulada por convenio con una empresa vallisoletana, que es la encargada de llevar a cabo este cometido. 

Tras recoger los huevos en grandes palés son identificados con la fecha de empaquetado y su destino.