Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


El domingo pasado

29/01/2023

Aunque con frío, salió el sol. Y como los caracoles muchos salimos a dar una vueltecita por la calle Mayor. Mi marido en su silla de ruedas y yo, conduciéndola. Al llegar  al lugar de la gorda un grupo abierto la rodeaba. Al intentar pasar, no por el medio sino por el lateral derecho, una señora para facilitarnos el paso atrajo hacía sí a dos preciosos niños que parecían ser gemelos. Gracias, señora. Tras unas vueltas de rueda una sillita de bebé nos adelantó. Miré al niño y a la orgullosa mamá ¿Que por qué cuento esto? Muy sencillo. Porque aquella manifestación clamaba por el derecho de  las mujeres para abortar de forma segura, libre y gratuita. ¿Causas? Todas, contestaron. Sabemos, que un aborto es la muerte de un pequeño ruiseñor humano al que  niegan su derecho a nacer. Delante, tengo una reseña de hace unos cuantos años. Es de Bibiana Aído, que creo fue la primera ministra titular del Ministerio de Igualdad, copio: «Las mujeres deben trabajar y es necesario que sigan teniendo hijos. Si no lo logramos, no fracasaran solo ellas, sino toda la sociedad. Es una cuestión de eficacia y sostenibilidad». 
Los derechos de las mujeres son muchos y las estadísticas contra ellas sangrantes ¿Qué están logrando? Nada. El año comenzó  con un domingo negro. Tres mujeres asesinadas solo aquel día y la estadística anual, va subiendo incluida tristemente una niña. La ministra dice: «No acabaremos con la violencia si no acabamos con el machismo». Pues señora, manos a la obra o esperaremos sentadas sino actúa acorde a la realidad tal es el compromiso de ese ministerio. Que se proteste en momentos determinados por unas  causas y no se exija la urgente retirada de esa polémica ley aun viendo el balance de los beneficiados que día a día se amplía, es de tal cerrazón, que la incredulidad y el pánico crece para las víctimas que han de huir por amenazas. Aceleren lo que dicen «revisar posibilidades y coordinación».  Rectificar es de sabios; la cuestión es dramática. Con este experimento no hay más lectura de que la mujer, sigue manejada. Y ya que Vds. tienen potestad para dictar leyes, que sean justas que es lo que toda Ley debe ser.