Por mucho tiempo que pase, el Real Madrid siempre parece presentar una unidad principal de jugadores muy difícil de mover del once titular. Si se puede extraer una conclusión de la gira por tierras norteamericanas es que la vida sigue igual a la hora de que Carlo Ancelotti elija la alineación de partida para un enfrentamiento importante.

Thibaut Courtois, Dani Carvajal, Eder Militao, David Alaba, Ferland Mendy, Casemiro, Luka Modric, Toni Kroos, Fede Valverde, Karim Benzema y Vinícius conforman el bloque de confianza del entrenador italiano. Con esos jugadores sobre el campo, el cuadro de la capital de España se proclamó hace menos de tres meses campeón de LaLiga y de la Champions League.

El propio preparador transalpino ya deslizó sus intenciones en el primer título oficial que disputará el Madrid la temporada 2022/2023. En la Supercopa de Europa, ante el Eintracht de Frankfurt, estarán en el terreno de juego los futbolistas que fueron titulares ante el Liverpool en la final de la Liga de Campeones de París.

La llegada de Aurelien Tchouaméni y Antonio Rüdiger no cambia los planes de Ancelotti cuando hay un título en juego. Además, tanto el francés como el alemán deben adquirir ciertos galones dentro de una plantilla que tiene un once muy definido. La gira estadounidense tampoco expuso a ninguno de los recién llegados tirando la puerta de la titularidad abajo, por lo que el técnico merengue continuará confiando en el mismo bloque cuando haya algo en juego. 

Rüdiger tiene muy complicado sustituir o desplazar a uno de los dos efectivos que forman la pareja de centrales del Real Madrid. Ni Militao, pese a que siga mostrando ciertas lagunas, ni Alaba se moverán. En todo caso, será el germano el que deba adaptarse en algunas ocasiones al lateral izquierdo, como se pudo ver en el primer amistoso ante el Barcelona. 

Tchouaméni tiene el futuro a corto plazo algo más complicado en lo que a minutos se refiere. El 'triángulo de las Bermudas', como así denominó Ancelotti al centro del campo formado por Casemiro, Modric y Kroos, es el santo y seña de un grupo de jugadores que ya han pasado a la historia. Por lo tanto, entrar por una de sus piezas se antoja complicado.

El mediocampista francés deberá aferrarse a las oportunidades que su entrenador le brinde en partidos menos trascendentes para ir escalando posiciones en la pirámide de clases de la plantilla merengue. 

Con el mercado cerrado si no pasa nada extraño hasta el 31 de agosto, la unidad principal del actual campeón de Europa seguirá siendo la misma que el pasado curso.