Castilla y León contó en el periodo 2017-2020 con 2.115 sociedades que cumplen los criterios de "excelencia", de las que 1.001 se catalogaron como 'Líderes' (tres por ciento de la muestra disponible), 481 como 'Gacelas' (1,7 por ciento) y 633 de 'Alta rentabilidad' (2,1 por ciento). Así aparece recogido en el informe 'Análisis económico-financiero de la empresa española 2022', elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, publicado por Unicaja Banco.

Atendiendo a la distribución sectorial del conjunto de las empresas de excelencia, destaca el mayor peso de las empresas de servicios no comerciales (35,4 por ciento), por delante de las de la industria (27,7 por ciento), el sector comercio (19,8 por ciento), la construcción (11,8 por ciento) y la agricultura (5,3 por ciento).

Por tipologías, en las 'Líderes' es más elevado el peso de la industria (39,8 por ciento) y de los servicios distintos al comercio (28,5 por ciento); en las 'Gacelas', los servicios (35,6 por ciento), seguido del comercio (23,1 por ciento) y de la construcción (22 por ciento); y en la 'Alta rentabilidad', las empresas de servicios no comerciales aportan el 46,1 por ciento del colectivo.

Por provincias, Valladolid (26,7 por ciento), Burgos (17,1 por ciento) y León (16,2 por ciento) concentran el mayor número de empresas de referencia de Castilla y León. Distinguiendo por tipologías, en Valladolid (26,5 por ciento) y Burgos (20,5 por ciento) se localiza la mayor concentración de 'Líderes'. En Valladolid (25,6 por ciento) y León (19,5 por ciento) están la mayoría de 'Gacelas'. Además, en Valladolid (27,8 por ciento), León (17,2 por ciento) y Salamanca (16,7 por ciento) concentran las empresas de 'Alta rentabilidad'.

Destaca el peso de los servicios en las referencias de Valladolid (40,2 por ciento del total provincial) y León (39,2 por ciento); de la industria en Burgos (33 por ciento) y Palencia (32,8 por ciento); del comercio en Zamora (28,2 por ciento) y León (24,9 por ciento); de la construcción en Ávila (15 por ciento) y Salamanca (14,8 por ciento); y de la agricultura en Segovia (18,7 por ciento).

Evolución empresarial en 2021

Por otra parte, la entidad indica que al inicio de 2021, desarrollaban su actividad en Castilla y León 157.131 empresas, contabilizándose 3.068 menos que en el ejercicio anterior, lo que supone un descenso del 1,9 por ciento en términos relativos. Esta cifra representa el 4,7 por ciento del total nacional. La densidad empresarial, empresas por cada mil habitantes, alcanzó en Castilla y León, se situó en 65,9.

En lo que concierne a su estructura por tamaños, las empresas sin asalariados representaban el 54,7 por ciento del total; las de 1 a 9 trabajadores el 41,5 por ciento; las de 10 a 49 el 3,2 por ciento, y las de 50 o más el 0,5 por ciento. Desde 2016, aumentaron las empresas en los tramos de más de 50 trabajadores un tres por ciento, pero disminuyendo para los grupos de 10 a 49 un 0,9 por ciento, de 1 a 9 trabajadores un 3,4 por ciento y sin asalariados un 2,2 por ciento.

Por sector de actividad, las empresas dedicadas a los servicios no comerciales concentran el 56 por ciento del total, las del comercio el 22,5 por ciento, las de construcción el 14,3 por ciento y las del sector industrial el 7,2 por ciento. En relación con 2016, las empresas de servicios no vinculadas al comercio crecieron un 1,6 por ciento, reduciéndose las de comercio un 10,1 por ciento, las del sector construcción un 6,3 por ciento y las industriales un 1,1 por ciento.

Desde una óptica territorial, en la provincia de Valladolid se localizan 32.732 empresas (20,8 por ciento del total regional): le siguen León, con 30.006 (19,1 por ciento), Burgos 25.238 (16,1 por ciento), Salamanca 21.915 (13,9 por ciento), Zamora 11.130 (7,1 por ciento), Segovia 10.756 (6,8 por ciento), Ávila 10.045 (6,4 por ciento), Palencia 9.639 (6,1 por ciento) y Soria 5.670 (3,6 por ciento). En términos de densidad empresarial, las provincias de Burgos (70,9 empresas por cada mil habitantes), Segovia (70,0), Salamanca (66,9), León (66,4) y Zamora (66,0) superan a la media regional.

Por otra parte, en 2021 se constituyeron en Castilla y León 2.694 sociedades mercantiles, lo que representa el 2,7 por ciento del total nacional. Asimismo, se disolvieron 1.140 sociedades (4,8 por ciento del conjunto de España), de las que el 5,9% derivaron de operaciones de fusión.

Análisis económico-financiero de 2020

Por otra parte, el informe expone que en 2020, las ventas de las empresas de Castilla y León disminuyeron en conjunto un 9,5 por ciento, frente a una rebaja nacional del 12,2 por ciento. Desde una perspectiva sectorial, las ventas se incrementaron en la construcción un 4,8 por ciento y en la agricultura un 3,5 por ciento, frente a los descensos que se registraron en la industria del 9,8 por ciento, el comercio del diez por ciento y en el resto de los servicios no comerciales del 16,6 por ciento. Por provincias, se constata un descenso generalizado de la cifra de negocios, siendo más acusado en las empresas de Burgos, del 13,6 por ciento y Valladolid del 12,8 por ciento.

El resultado del ejercicio representa el 3,5 por ciento de las ventas, tras reducirse en 1,2 puntos porcentuales con relación al ejercicio anterior (4,8 por ciento en España), destacando el mayor peso que muestra en la agricultura (5,7 por ciento) y en los servicios no comerciales (4,8 por ciento). El 63,2 por ciento de las sociedades radicadas en la Comunidad obtuvieron beneficios en 2020, porcentaje superior al del conjunto de España (59,8 por ciento), disminuyendo en 5,8 puntos porcentuales con respecto al ejercicio anterior (menos 6,4 puntos porcentuales en el conjunto nacional).

Por otro lado, en 2020 la inversión aumentó un 0,7 por ciento (0,9 por ciento en España), sustentada en un crecimiento más elevado del activo no corriente (0,9 por ciento) que del corriente (0,5 por ciento), constatándose un mayor repunte de la inversión total en la agricultura (4,8 por ciento).

En cuanto a la financiación, los recursos propios se incrementaron un 1,6 por ciento, mientras que, para los recursos ajenos, el crecimiento de los pasivos a largo plazo fue del 7,2 por ciento frente al descenso de los pasivos corrientes del 5,1 por ciento. Atendiendo a su origen, la financiación de las entidades de crédito aumentó a largo plazo un 22,9 por ciento y se redujo a corto plazo un 14,7 por ciento, mientras que aumentó la deuda corriente con empresas de grupo un 10,3 por ciento y se redujo el pasivo con los acreedores comerciales un 1,3 por ciento.

En cuanto al rendimiento de la actividad empresarial, se produjo un deterioro de la rentabilidad económica del cuatro por ciento y de la financiera del 5,9 por ciento en 2020 (-1,5 y -3,1 puntos porcentuales menos que el año anterior, respectivamente). Con relación a la rentabilidad económica, se registran rendimientos de la inversión más elevados en la agricultura (siete por ciento) y, diferenciando por provincias, en las empresas de Soria (5,7 por ciento) y Segovia (5,5 por ciento).