La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, aprovechó ayer su visita a las instalaciones de la sala de operaciones del servicio de teleasistencia de la Junta, ubicadas en Valladolid, para asegurar que los dispositivos móviles, basados en alarmas y comunicaciones automáticas, se implementarán de forma «paulatina». En este sentido, precisó que los 40.000 usuarios de la nueva teleasistencia avanzada contarán con nuevas prestaciones como un operador de referencia o ayuda para la gestión de citas médicas. 

Blanco recordó que, desde el 1 de enero, está implantado el nuevo servicio de teleasistencia, que la Junta adjudicó en un contrato único de 40 millones por tres años, que se está adaptando a las circunstancias de cada provincia.

La consejera hizo referencia a los nuevos servicios que generalizan la teleasistencia móvil -con geolocalizador para la atención a situaciones de necesidad fuera del domicilio- y de sensores y detectores domiciliarios que permitirán prevenir y atender situaciones de riesgo en el hogar, por ejemplo, mediante detectores de humo, gas, inundación, caídas, etc.

La empresa encargada de la prestación se ocupará de instalar los dispositivos y explicar su funcionamiento y del seguimiento permanente de la persona mediante visitas y llamadas periódicas. En este seguimiento, los usuarios contarán con la nueva figura del teleoperador de referencia por el que recibirán las llamadas, lo que facilita la comunicación y establece un vínculo afectivo.

Otra novedad es el nuevo servicio de ayuda para la gestión de citas médicas, para lo que se instalarán terminales digitales en todas las nuevas solicitudes. No en vano, la Junta prevé alcanzar los 50.000 usuarios a finales de 2025.

Además, en servicios de atención proactiva, la teleasistencia avanzada ofrecerá no solo seguimiento y apoyo al dependiente y a su cuidador sino otros como el seguimiento ante procesos de duelo, ante situaciones de soledad y aislamiento, en la prevención de situaciones especiales -maltrato o de riesgo de suicidio- y en procesos de convalecencia y rehabilitación. Y es que el objetivo último de es facilitar la permanencia de la persona mayor en su domicilio y su entorno habitual.