Nájera:«La manifestación de Madrid es una irresponsabilidad»

ANA LUCAS
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Tras ocho años como presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Palencia, José Luis Nájera explica las funciones de su trabajo y responde a las principales dudas sobre la Covid-19 y la futura vacuna además de las medidas tomadas

Nájera:«La manifestación de Madrid es una irresponsabilidad» - Foto: Alicia Vallejo

José Luis Nájera estudió la licenciatura en Farmacia en la Universidad Autónoma de Madrid, tras esto trabajó con investigador y hoy en día desempeña el cargo de presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Palencia por tercera vez consecutiva, además de regentar la farmacia de Paredes de Nava.

 ¿Qué es lo que le llevó a estudiar Farmacia?

En mi familia hay una larga trayectoria en Farmacia. Yo soy la quinta generación de farmacéuticos y, lógicamente, este oficio es algo que hemos vivido desde pequeños. En mi caso, yo tenía como referencia a mis padres, mis tíos y mis primos. Al final, se trata de una profesión que he visto siempre y me gustaba.

Nájera:«La manifestación de Madrid es una irresponsabilidad»Nájera:«La manifestación de Madrid es una irresponsabilidad» - Foto: Alicia VallejoEn cuanto a su vida laboral, ¿cuántos años hace que abrió la farmacia en Paredes?

La farmacia en Paredes la abrió mi padre hace aproximadamente 40 años. Yo tomé el relevo en el año 2013.

¿Qué cambia de una farmacia en la ciudad a una en una zona rural?

Nunca he trabajado en el medio urbano, pero tener una farmacia en un pueblo es  muy importante, tanto para los habitantes como para el propio farmacéutico. Es un trato muy cercano donde conoces a la gente por su nombre, sus preocupaciones y, obviamente, sus tratamientos. Es algo muy agradable.

¿Afecta la  España Vaciada  a las farmacias en zonas rurales? ¿De qué manera?

Claro. La despoblación es una de las grandes preocupaciones que existen en el mundo rural y que afecta a la farmacia, aunque de las cosas que más tardan en desaparecer en la España Vaciada son las farmacias y las iglesias. Nosotros intentamos mantener que la cruz verde siga iluminada en las plazas de los pueblos.

¿En algún momento creyó que sería presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos?

No era mi intención. Yo comencé trabajando unos años en investigación y cuando decidí volver a Palencia a trabajar con mi padre, no era una de las previsiones que tenía. De hecho, llegué a la presidencia de rebote, porque el anterior presidente dejó su cargo y yo, al ser el vicepresidente en ese momento, lo ocupé. Pero sí que me interesaba conocer de cerca cómo estaba el oficio, qué inquietudes habían entre las personas del gremio e intentar llevar a cabo aquellas medidas que pudiesen mejorar aspectos de nuestra profesión.

¿Qué siente al ser reelegido por tercera vez como presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos?

Por un lado, siento una gran satisfacción, porque los farmacéuticos palentinos han vuelto a depositar en nosotros su confianza, y es algo que refuerza que el trabajo que hacemos está bien y sigue su curso. Pero, por otro lado, es una gran responsabilidad porque muchas de las decisiones que tomamos o de los aspectos por los que trabajamos están en nuestras manos, así que intentamos no fallarles y que la profesión pueda seguir adelante.

 ¿Qué cambios cree que son necesarios para el correcto funcionamiento del COF?

Hay dos objetivos claros. Por un lado, lo que afecta al Colegio, y es que seguimos viendo que toda la labor que desempeñamos no termina por llegar a los colegiados. Existe mucho desconocimiento sobre las funciones del COF por parte de los propios profesionales. Es por eso por lo que tenemos que mejorar las comunicaciones con los colegiados. También buscamos una cercanía con los agremiados, para que se nos permita conocer los problemas o las incidencias que surgen en cada farmacia de Palencia y poder buscar soluciones. Por otro lado, en cuanto a la profesión, hay un aspecto fundamental y es que las farmacias están infrautilizadas y no debería ser así, ya que somos la puerta de entrada al sistema sanitario y esto ha quedado patente durante la pandemia, porque hemos sido el establecimiento sanitario más cercano y más accesible para las ciudadanos. Creo que por esa razón se debe potenciar nuestra profesión e integrarnos dentro del sistema sanitario, de la atención primaria y mejorar todos los aspectos relacionados con el tratamiento de los pacientes, que es donde nosotros somos más expertos. Asimismo, también se nos debería tener en cuenta en otras acciones como es la salud pública, la educación sanitaria o el cribado de enfermedades.

¿Cuáles son sus principales tareas como presidente del COF?

Soy la voz y la representación de la profesión en la provincia y, por lo tanto, soy quien tiene que transmitir aquellas preocupaciones o las líneas que creemos que debe seguir la profesión farmacéutica de Palencia, pero no solo en el ámbito de la oficina de farmacia, que quizás seamos los más numerosos, también existen colegiados que trabajan en la administración pública, en los servicios de salud, en la industria farmacéutica, en la distribución o en los hospitales. Ellos también cuentan con una representación dentro del Colegio y velamos por sus intereses.

 Estamos viviendo una época complicada a nivel sanitario, ¿cómo vivieron el estado de alarma las farmacias de Palencia?

Fue una situación muy complicada, que vino sin manual de instrucciones y era desconocida. No teníamos ni siquiera un protocolo en el que pudiésemos basarnos, así que hubo que trabajar mucho  en las que creíamos que eran las mejores soluciones en cada momento. Lo afrontamos con incertidumbre, porque nos preocupaba, sobretodo, la seguridad de los trabajadores, tanto de los que se encontraban en la oficina de farmacia como los de los hospitales. También nos enfrentamos a esta nueva situación con mucha responsabilidad, sabíamos que son establecimientos sanitarios que están muy dispersos por toda la provincia, que iban a permanecer abiertos y por lo tanto, ante los centros de salud que se blindaron para evitar contagios entre los sanitarios y para dar un buen trato a los pacientes, nosotros íbamos a ser el primer punto de información durante la pandemia.

¿Tenían los mismos horarios y guardias que en una época normal?

Sí, se establecieron protocolos con salud pública y se fijó que se mantuviesen los horarios mínimos y los servicios de urgencia. De hecho, se implantaron diferentes escenarios donde pudiese haber cierres de las farmacias por contagios y cómo se solucionaría esa garantía de atención mínima, en horario mínimo y servicios de guardia. Lo único que se permitió es que las farmacias estableciesen turnos entre sus trabajadores para que no coincidiesen y así evitar algún contagio. Además, si alguna farmacia tenía horario ampliado, podía reducirlo al horario mínimo, para dar descanso a sus empleados y evitar contagios inesperados dentro del sector.

 ¿Cuál es el protocolo que deben seguir las farmacias, de cara al público , a raíz de la pandemia?

Las farmacias siguieron el protocolo recomendado por la Consejería de Sanidad, del Ministerio de Sanidad y la Organización Mundial de la Salud.Consistía en mantener distancia de dos metros de distancia entre el comprador y el vendedor, lavado frecuente e higiene de manos; prevención de contagios y limitar el aforo de clientes en las farmacias para evitar las aglomeraciones. Luego se establecieron diferentes medidas, como que no se tocasen los productos, la instalación de mamparas para evitar el contacto directo, utilización de pantallas protectoras y más medidas que se fueron implantando a raíz de comprobar si había evidencia científica o si cambiaban las recomendaciones sanitarias.

 En abril se publicaron bulos como que la hidroxicloroquina hacía efecto contra los síntomas de la Covid-19, ¿qué es realmente este medicamento y para qué sirve?

El problema con la hidroxicloroquina ha sido importante. Primero, porque hay pacientes que lo están utilizando: se suele usar como tratamiento para la malaria, pero también es un inmunosupresor que se utiliza para tratar otras patologías como la artritis reumatoide y más enfermedades inmunosupresoras. Por lo tanto,  es cierto que fue uno de los primeros fármacos que se estudiaron para inhibir que el virus se extendiese y que, por tanto, se estaba comenzando a usar. No es que hubiese bulos como tal, sino que se desconocía si realmente podría ser efectivo. Después se ha visto que el efecto que tiene es neutro, pero había que garantizar que aquellos pacientes de Castilla yLeón que lo tomaban de manera crónica, pudiesen tener un abastecimiento del fármaco para que a ninguno le faltase la hidroxicloroquina.

Como especialista, ¿cree que las medidas tomadas por el Ministerio de Sanidad son correctas y que  están funcionando?

Había muchísima incertidumbre y en un primer momento no se sabía qué medidas debían tomarse ni si serían las más adecuadas. Hay decisiones que se tomaron y llegaron tarde, a mi parecer. Por ejemplo, la implantación de la mascarilla, aunque es cierto que existía un problema porque no habían suficientes. Aunque hubo medidas como el distanciamiento o el acceso a los tratamientos que fueron muy efectivas. A nivel autonómico, se tomaron medidas para asegurar el acceso a los medicamentos de los pacientes, a través de la agenda electrónica, la incorporación de los visados o la apertura de la venta de dispensación. También se retiraron los envases para evitar que los clientes acudiesen tan frecuentemente a la farmacia y así evitar contagios. En este caso, las decisiones tomadas fueron bastante efectivas y tanto los pacientes, como los profesionales, agradecimos esas actuaciones. Hay otras medidas como el facilitar el reparto a domicilio de medicamentos para aquellos que no podían desplazarse o no contaban con una oficina de farmacia accesible, que también resultaron muy prácticas. Fueron decisiones complicadas de tomar pero fueron positivas, porque los pacientes las asumieron con responsabilidad y la verdad, llamaba la atención cómo se formaban largas colas en las puertas de las farmacias. Los clientes siempre respetaron las distancias de seguridad durante la espera y me parece algo que, sin duda, hay que destacar.

¿Qué opinión tiene sobre la manifestación de Madrid contra las medidas anticovid?

Es una irresponsabilidad. Yo creo que si hay algo que ha demostrado ser eficaz son esas medidas higiénicas, de distanciamiento y el uso de mascarillas que se han establecido. Además, en la situación en la que estamos, en la que está habiendo una nueva oleada y un aumento progresivo de forma exponencial de casos de infecciones por  Covid-19, creo que no es momento de plantearse ahora si las mascarillas son efectivas. Es verdad que son incómodas, no estamos acostumbrados y en verano molestan un poco más, aún así, creo que la seguridad debe prevalecer sobre aspectos  estéticos. Yo estoy en total desacuerdo con esa manifestación, sobretodo porque si hay algo que está demostrado científicamente y creo que es evidente la existencia del virus, los síntomas y las medidas que hay que tomar para minimizar las infecciones.

 ¿Cree que la vacuna va  a tardar en desarrollarse?

Cuando tuve la suerte de trabajar, más de diez años, en la investigación de vacunas y lo hice en un laboratorio que está liderado por el doctor Mariano Esteban, y que hoy en día se están centrando en el desarrollo de una vacuna. Durante estos meses, he tenido la oportunidad de hablar de forma asidua sobre cómo va el proyecto y cuál es su percepción sobre la generación de vacunas. Ya existen candidatos vacunales generados, pero el principal problema es que hay que demostrar su efectividad y que generan protección e inmunidad  frente a la infección, y que impidan la reaplicación de la enfermedad. Otro de los problemas está en la producción, no es que haya que producir pocas dosis, sino que es muchísima gente la que va a tener que vacunarse. Por lo tanto, tenemos que esperar a cumplir con los tiempos, y es cierto que tenemos mucha prisa, pero hay que ser cautelosos a la hora de probar un nuevo medicamento. En este caso una nueva vacuna que cumpla las  medidas de seguridad y de eficacia requiere tiempo. No por correr mucho vamos a avanzar más rápido, de hecho, podría ser contraproducente. Entonces, hay que seguir los tiempos y comprobar la eficacia en varias fases, siguiendo una serie de trámites.  Yo creo que hasta mediados del año que viene no va a existir ninguna evidencia científica en cuanto a las inyecciones. Después, habrá que esperar a ver si tenemos una industria lo suficientemente potente para distribuir esas vacunas y que puedan administrarse sin problemas.

¿Piensa que habrá un nuevo confinamiento en los meses de otoño o invierno?

La verdad es que viendo la situación en la que estamos, no se descarta. Lo que tenemos que hacer es aprender de la experiencia que hemos tenido en los meses anteriores. Lógicamente, ahora es más sencillo establecer protocolos de seguridad porque partimos de una experiencia previa. Espero que ahora haya una mayor sensibilidad por parte de los ciudadanos. Aunque es cierto que durante el verano nos hemos relajado un poco y hay más movimiento entre la población, lo que puede generar un mayor número de contagios. De todas formas, es importante aprender de lo pasado y uno de los aspectos más relevantes que puede ocurrir de cara a septiembre va a ser la aparición de nuevos casos pero ya sabremos cómo diferenciar los síntomas en cuanto a otras enfermedades respiratorias como puede ser la gripe o los resfriados.

 Actualmente, hay nuevos brotes y muchas zonas sanitarias de la provincia se encuentran en riesgo, ¿cree que existe un por qué?

Aquí hay dos aspectos que tratar. El primero es que se están haciendo más tests y estamos detectando a muchos de los pacientes asintomáticos que antes  no éramos capaces de detectar. Otro aspecto es que en verano se nota más la afluencia en el medio rural. Por ejemplo, en Cervera se han mostrado récords en cuanto al número de visitantes. Yo que estoy en Paredes, también he notado el crecimiento de las visitas.  Estos motivos favorecen la reaparición del virus.

¿Ha crecido la demanda de medicamentos estos últimos meses?

Ha habido un aumento en el consumo de algunos medicamentos como el paracetamol, especialmente al inicio de la pandemia. De hecho, hubo que hablar con la industria para garantizar el abastecimiento de este producto, ya que era el principal fármaco para tratar la fiebre. También hemos observado un gran incremento en el consumo de ansiolíticos, ya que tanto profesionales sanitarios como pacientes están viviendo esta circunstancia de una manera que les genera gran ansiedad, y es por eso por lo que se han iniciado este tipo de tratamientos. Luego,  para los pacientes con medicación crónica, la demanda ha sido la habitual.

Mucha gente ha optado por hacer su propio gel hidroalcohólico en casa, ¿es igual de efectivo que el que venden en farmacias o puntos de venta cualificados?

Los geles que se comercializan en establecimientos autorizados deben tener una serie de características y seguir unos controles que en casa no se pueden llevar a cabo. Yo recomendaría que antes de hacer gel hidroalcohólico en casa, se lavasen las manos con agua y jabón que hace el mismo efecto.  Es importante saber que dentro de los geles hay que diferenciar los que son antisépticos de los que tienen capacidad viricida, es decir, aquellos que desinfectan de los que son capaces de matar al virus. Los que se venden como producto farmacéutico son los que su capacidad es antiséptica.

Lo mismo con las mascarillas, ¿qué recomendaciones sanitarias se deben seguir para hacerlas?

Hay que garantizar que las mascarillas cumplen su función, si dejan entrar o salir al virus no sirven de nada. Yo en este tipo de actuaciones no me la jugaría, porque arriesgas tu salud y la de los que te rodean simplemente por estética llevando una mascarilla de una tela preciosa.

Para finalizar, ¿cómo vivieron los profesionales  el momento de establecer el precio de las mascarillas?

Fue la primera petición que hicimos los farmacéuticos al Ministerio de Sanidad. La demanda aumentó y los precios subieron. Además, aparecieron nuevos canales de distribución, que provocaban un ascenso de manera exponencial en los precios de fabricación y de venta. La petición  fue fijar un precio máximo para evitar especulaciones.