La madrileña María Elisa Rivera se ha convertido en la primera ganadora del Premio PROArte para jóvenes artistas menores de 30 años gracias a una obra abstracta inspirada en el paso del tiempo. Utilizando una técnica mixta sobre lienzo, convierte el óxido, un elemento percibido habitualmente como negativo, en una creación poética y evocadora, efecto que logra aislando y descontextualizando al protagonista de su pintura. 

El jurado, formado por los artistas Inmaculada Amor y Gonzalo Páramo, de cuyas manos salieron las cafeteras convertidas en piezas de coleccionista que están en el origen del galardón, no tuvo fácil la elección debido a la «enorme calidad y a la gran creatividad de los trabajos presentados». 

Finalmente, y tras analizar las obras finalistas  -realizadas por María Tinaut, Lucía González y la ganadora final-, se decidió por el trabajo de esta joven, nacida en 1998, del que destacó su «fuerza y equilibrio» y la reflexión realizada «a través del uso de diferentes técnicas mediante las que reflexiona sobre el concepto de lo degradado reflejado por el paso del tiempo». 

Talento artísticoCon la entrega del premio, una beca dotada con 3.000 euros, pone el broche a una idea a través de la que Prosol pretende remarcar el papel esencial que la cultura juega como motor de progreso.

Como recién graduada en Bellas Artes, «haber ganado un concurso como este de PROArte, en el que un jurado con  tanta experiencia y profesionalidad ha apostado por mí, me enorgullece enormemente y, sobre todo, me ayuda a seguir este camino que he elegido como estilo de vida y trayectoria profesional y que tanto me llena y tan feliz me hace», afirma María Elisa Rivera en declaraciones a Diario Palentino.

«Este ha sido un pequeño salto de alegría en el camino», asegura la joven artista, y añade que «todavía me queda mucho trabajo y mucho, muchísisimo que aprender». Agradece a Prosol esta iniciativa que «fomenta y brinda una pizca de ilusión a los noveles en este mundo artístico, porque ningún buen artista nació sabiendo, y creo que son necesarios más proyectos como este para fomentar el arte joven en nuestra sociedad», señala. 

Rivera trabaja con el concepto de lo degradado, imágenes que reflejan el paso del tiempo, «una corrupción natural que rompe con la superficie controlada y pulida», explica. La obra premiada (técnica mixta sobre lienzo, 130 x 97 centímetros / acrílico, resina e-poxi, materia de carga piedra pómez microgranulada) se inspira en goteras, óxido, «cuya estética es percibida como negativa, pero, sin embargo, al ser aisladas y descontextualizadas se puede apreciar un cierto misterio transformándose en imágenes poéticas».

Graduada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, María Elisa Rivera suma este I Premio PROarte a los galardones conseguidos en la categoría de pintura en la tercera y cuarta convocatorias del concurso de artes plásticas del hotel Four Seasons Madrid. 

PROArte se inició con una llamativa intervención del artista palentino Gonzalo Páramo, que convirtió en objetos de colección siete viejas cafeteras utilizadas en la fábrica que Prosol tiene en Venta de Baños. Páramo, que usa el papel como principal aliado en sus creaciones, en las que fusiona arte y ciencia, transformó en piezas únicas lo que fueron herramientas de trabajo.