Responsables de Siro, el nuevo inversor Afendis KPN y los representantes de los cuatro centros del grupo Cerealto Siro rubricaron ayer en el Ministerio de Industria el nuevo Plan de Competitividad para la firma galletera, con la presencia de la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

Las cuatro fotos de familia, una por cada una de las plantas del grupo agroalimentario en Venta de Baños, Aguilar de Campoo y Toro, pusieron el punto final a unas largas negociaciones y el inicio de una nueva etapa dentro del grupo galletero y sus más de 1.700 empleos. 

La presencia de Maroto y Mañueco fue la mejor prueba de que ambas administraciones, la central y la autonómica, han decidido por fin ir de la mano en la solución de la industria, dejando atrás asperezas y cruces de declaraciones que se sucedieron desde el inicio de los contactos entre las partes. 

Nueva etapa empresarial en el grupo Siro - Foto: Juan Lázaro«Hoy ya estamos más tranquilos que el viernes; había muchos nervios», reconoció Maroto a los representantes sindicales antes de que comenzara el acto oficial.

Los presidentes de los comités de empresa agradecieron a las administraciones públicas el trabajo efectuado «en unos días duros y en unos meses difíciles», al tiempo que mostraron su satisfacción por alcanzar un acuerdo que garantiza el futuro de las plantas. La representante de la galletera de Venta de Baños, Mari  Mar Rodríguez, pidió más atención a esta fábrica, la única que queda fuera del Plan de Competitividad y animó a todas las partes a seguir trabajando para captar inversiones y propiciar su modernización,

El presidente de Cerealto Siro, Juan Manuel González Serna, alabó la responsabilidad de los trabajadores y mostró su confianza en la nueva etapa que encara la empresa que creó junto a su mujer hace casi ya 40 años. «Entrego las llaves a quien debe dirigir las empresas en el futuro. Yo soy el pasado», señaló, y agradeció a las administraciones sus esfuerzos para llegar al acuerdo. «Gracias Reyes Maroto, Alfonso Fernández Mañueco y Virginia Barcones por todos vuestros desvelos», dijo. Sin poder evitar emocionarse, recordó cómo creció la empresa de 80 a los 5.000 empleados que llegó a tener. «Me produce una enorme satisfacción miraros y ver que tenéis futuro», expuso.

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, destacó que el Ejecutivo autonómico ha estado perfectamente informado de la evolución de Siro. «He estado en contacto con el presidente desde que fui elegido hace casi tres años, aunque es cierto que los acontecimientos de estos últimos días nos han desbordado a todos», explicó.

Fernández Mañueco incidió en que la administración regional se va a implicar en este acuerdo. «La Junta ha estado en el pasado, está en el presente y estará en el futuro de Siro», remarcó, antes de ponerse a disposición de los nuevos inversores. «Estamos al lado de las empresas, de los trabajadores y, por supuesto, estamos al lado de Siro», concluyó.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, fue la encargada de cerrar el acto que culmina meses de negociaciones. Recordó las dificultades para alcanzar el acuerdo ante la falta de confianza de los trabajadores y se emocionó al rememorar lo que supuso la votación del sábado, en la que los trabajadores apoyaron de forma mayoritaria el Plan de Competitividad como paso imprescindible para alcanzar este acuerdo. 

«Llegué a mi casa llena de emociones y recuerdos y contenta porque el corazón de Siro tiene que seguir latiendo», enfatizó. La ministra añadió que el futuro de Siro comienza a aclararse. «Lo que habéis firmado, también me compromete a mi», espetó a los representantes de los trabajadores.

fumata blanca. Hay que recordar que tras cinco horas y media de negociación bien entrada la madrugada del viernes hubo fumata blanca con un preacuerdo en el Plan de competitividad 2022-2025 para el grupo Siro. La propuesta contempla mejoras salariales y sociales respecto al contenido anterior expuesto hace unas semanas a los representantes de los trabajadores por parte de los socios interesados en capitalizar el grupo agroalimentario,  Afendis y Davidson Kempner.

El acuerdo se sometió el sábado al visto bueno de las  asambleas en los centros de trabajo que dijeron no al acuerdo inicialmente -Venta de Baños y Toro ya que Aguilar de Campoo votó así-  y será el mismo para todas las factorías del grupo. La ministra  Reyes Maroto y su jefe de gabinete explicaron personalmente  a cada plantilla la situación de la compañía y el transcurso de la negociación, y los trabajadores que votaron dieron luz verde por mayoría al contenido del documento  acordado con el inversor. «Vemos una esperanza para salvar nuestros puestos de trabajo. Rendirnos nunca ha sido una opción y trabajaremos hasta el último segundo para buscar la solución a este conflicto», explicaron desde los comités de empresa.

Uno de los puntos principales del acuerdo pasa porque la galletera venteña se mantenga en funcionamiento dos años con el compromiso de búsqueda de inversión para mantener la producción con otra actividad y que la carga de trabajo se quede en Castilla y León. El grupo inversor aportará 130 millones de euros en Siro hasta 2025 para mejorar su competitividad, además de asumir la deuda de 300 millones, dentro de una compañía que en 2021 acumuló pérdidas por valor de 47 millones.