«Muy buena, rozando lo excelente». Esta es la calificación que obtuvo ayer en Baltanás la añada de 2021 en la Denominación de Origen (DO) Arlanza, «especialmente en los vinos tintos y en los blancos de las variedades autóctonas de recuperación», según concretó a Diario Palentino el presidente del consejo regulador, Ramiro García. No así en los rosados que, aunque también ha presentado caldos muy buenos, «han quedado un poco cortos de acidez» por las altas temperaturas que se registraron a mediados del pasado verano.
Para esta certificación, la DO seleccionó a una quincena de catadores profesionales entre los que se encontraban periodistas especializados, enólogos o sumilleres. Ellos fueron los encargados de valorar un total de diez caldos de bodegas palentinas y burgalesas que habían sido preseleccionadas en una precata anterior con 26 muestras.
Esta calificación, al igual que la de las cosechas anteriores, marca una tendencia en cuanto al nivel de calidad exigido durante todo el proceso, desde la cepa hasta la mesa. Hay que destacar la importante selección realizada por sus 215 viticultores, 22 elaboradores y 18 bodegas (dos de ellas palentinas: Señorío de Valdesneros y Pagos de Negredo, a las que se habrían de sumar un tercer proyecto incipiente) con el único fin de conseguir un producto de la más alta calidad acorde con la DO y «capaz de satisfacer los paladares más exigentes».
PRODUCCIÓN ESTABLE
Más allá de la calificación, la añada de 2021 se caracterizó por su «bajo rendimiento». Y es que, aunque la producción se mantuvo estable con unas mil toneladas, se obtuvo menos productos por cada kilo de uva: poco más de medio litro frente a los 750 milímetros que se suelen obtener. También se mantienen las hectáreas de cultivo, unas 300. De este total, entre un 25 y un 30 por ciento, unas 90, se ubican en territorio palentino.
«Arlanza está pasando de ser la gran olvidada a la gran promesa», sostuvo el presidente del consejo regulador. ¿Sus principales aliados?La biodiversidad del territorio y el cambio climático, que ha hecho que suban un par de grados la temperatura, lo que se ha traducido en unas «maduraciones perfectas» frente a la «sobremaduración» en otras zonas.
PRECIO DE LA UVA
Uno de sus objetivos es «dignificar» el campo y conseguir un relevo generacional «que nos está costando», reconoce García. En este sentido, lamenta que los agricultores se estén centrando en cultivos como el cereal, del que dijo que «da menos trabajo que las viñas, pero consolida menos población». «Veinte hectáreas de viñedo generan más empleo y riqueza que veinte de cereal», añadió. Uno de los principales puntos de partida son unos precios dignos para la uva. Y es que, como explicó el máximo responsable de la DOArlanza, ahora está a entre 70 y 80 céntimos, «cuando debería pagarse a 1,5 euros».
¿Qué variedades se cultivan en Arlanza? Tempranillo de altura -con una expresividad muy característica al crecer en terrenos a más de 600 metros de altitud-, mencía, garnacha y algunas variedades de recuperación como albillo mayor, rojal y palomino.