Rubricó ayer el ascenso directo el CD Becerril, que abandona la Regional de aficionados un año después de su descenso, rumbo a la Tercera RFEF, tras un gran curso en el que apenas sufrió una derrota.

El equipo palentino celebró, aunque primero disputó un partido de tensión y nervios, en el que recibía al colista de la tabla que, si bien no le creó excesivo peligro, sí evitó durante casi una hora que se moviera el marcador. Lo hizo Vallejo, a punto de cumplirse el cuarto de hora  del segundo acto, con un remate raso, colocado junto al palo, que desató la alegría en la parroquia palentina.

Fue el día en el que se despidió su emblema durante tantas temporadas, el gran capitán Alberto Melero, el emblemático 10 del CD Becerril. Era despedido con una gran ovación del Marian oHaro, cuando su entrenador, Edu Narganes, agotaba el último cambio. Se iba en el 88', justo antes de que Kuko, que había entrado tras el descanso de refresco, sentenciara el choque con el segundo gol, partiendo desde la banda y disparando desde la frontal.

Ascenso del Becerril un año después - Foto: Sara MuniosgurenEra muy superior sobre el papel el Becerril, que se había ganado el ascenso a pulso, pasito a pasito, durante los 29 compromisos anteriores, pero debía refrendarlo con los últimos tres puntos. Y, quizás para valorar un poco más lo logrado, debió esforzarse en la calurosa tarde becerrileña, donde dejó escapar una primera mitad en la que no jugó su mejor fútbol. Algo atenazado por la necesidad de marcar, no encontraba el camino de la portería rival.

Dispuso de una opción muy clara en los primeros 20 minutos, en la que David se encontraba en el mano a mano con el portero. Melero lo intentaba de falta directa, que despejaba el portero en su palo. Y de nuevo David, al filo del descanso, se giraba y disparaba, pero un defensa sacaba en el área chica. Se reanudaba el duelo con más ritmo becerrileño, con dos remates claros en cuatro minutos. Y, poco después, el primer gol. Tardó el segundo, con la incertidumbre que eso supuso, hasta la explosión del pitido final del árbitro Adrián Vicente Andrés (en su último duelo, recibió el pasillo de los jugadores).

Más fotos: