No sería la primera vez que el día fijado en le calendario para la apertura de la temporada estival en las piscinas hiciera frío o, incluso, lloviera, pero ciertamente las administraciones de las que dependen, que son mayoritariamente los ayuntamiento en el caso de las públicas, tienen que acogerse a las fechas que establece la Dirección General de Salud Pública, aunque permitan cierta flexibilidad. Son el 15 de junio para la apertura y el 15 de septiembre para la clausura, período en el que se llevan a cabo controles periódicos para garantizar la calidad higiénico-sanitaria del agua y la seguridad de los usuarios y período al que suelen circunscribirse las contrataciones del personal que las atiende, léase socorristas, vigilantes, taquilleros, sanitarios y equipos de limpieza. De no hacerlo así, la situación podría derivar en cierto caos administrativo o laboral o devenir en agravios comparativos, ya que habría localidades con temporadas demasiado extensas en comparación con otras más ajustadas a los meses de verano.  

 Ciñéndonos a esos límites temporales, cabe decir que la provincia de Palencia se apresta, con carácter general, a abrir sus piscinas de verano, tanto públicas como privadas, este mismo mes. En el caso de Villamuriel, que dispone de una de las instalaciones más demandadas año tras año se habla del 14, y en la capital la previsión está en el 20. En este último caso, solo habrá tres públicas disponibles, todas ellas dependientes del Consistorio: la del Monte, la del Sotillo y la de San Telmo. La del Campo de la Juventud, cuya titularidad es de la Junta, permanecerá cerrada este verano, mientras se barajan distintas opciones para su futura reapertura y hay negociaciones pendientes entre administraciones. En el conjunto provincial, son 54 las piscinas descubiertas, 44 de ellas de carácter público y diez privadas.

A estas construcciones en cascos urbanos hay que sumar las dos zonas aptas para el baño, que siguen siendo como desde hace tiempo, las de los pantanos de Aguilar de Campoo y Ruesga. La verdad es que somos de los territorios más pobres de Castilla y León en cuanto a dotaciones de este tipo: medio centenar largo de piscinas, entre públicas y privadas, frente a las 151 de León, las 150 de Salamanca y las132 de Valladolid. Solo estamos por delante de Soria. En cuanto a zonas de baño, apenas podemos ofrecer un par del total de treinta y cinco con que cuenta la comunidad.Y no es por falta de usuarios ni por dificultades específicas derivadas de la orografía o de la escasez de suelo disponible. La causa habría que buscarla, muy probablemente, en los costes de construcción de una infraestructuras de esas características y en los de mantenimiento y personal. Son 41 pueblos y la capital los que disponen de espacios para el baño estival y, aunque la provincia está en la España Vaciada y sufre el goteo de pérdida de población, en verano hay otras muchas localidades que ganan vecinos porque vuelven quienes emigraron y quienen aman el medio rural.