Los Toros  y la Fiesta que va aparejada a ellos son, para la Diputación, un patrimonio cultural inmaterial. 

 

De hecho ayer aprobó con los votos de los Grupos Popular y Socialista una moción en la que «se proclama la declaración de los espectáculos taurinos como parte integrante del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebración unida a sus más arraigadas tradiciones, conforme a las disposiciones contenidas en la convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco». El diputado de Izquierda Unida se posicionó en contra de este punto del orden del día del Pleno Provincial. 

 

La vicepresidenta de la Institución, Carmen Fernández, fue la encargada de defender esta moción que se venía anunciando desde el mes de marzo y que se ha querido hacer coincidir con la Feria Taurina de San Antolín.

 

En  virtud de la moción aprobada, se dará cuenta del acuerdo a la Junta y al Consejo de Patrimonio Histórico para que sean inscritos los espectáculos taurinos como elementos integrantes del Patrimonio Cultural Inmaterial tanto de la Comunidad de Castilla y León como de España. Todo esto con el fin de que «el Estado español en su momento y forma oportuna, presente la candidatura de la tauromaquia para que sea inscrita en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad».

 

Igualmente, se declara que la Diputación fortalecerá los lazos de solidaridad y coordinación con los colectivos e iniciativas que tengan la finalidad de la defensa de los toros como Bien de Interés Cultural Inmaterial.

 

Además, se insta a los municipios palentinos a adherirse a esta iniciativa. En este caso, cabe recordar que, por ejemplo, Herrera de Pisuerga ya aprobó hace unos meses una moción similar.

 

Defensa de los toros. No es el primer acto en defensa de los toros que lleva a cabo la Diputación Provincial de Palencia.

 

Hace dos años inauguró la escultura de un toro de lidia. Fue en el primer acto institucional en defensa de la fiesta de los toros de estas características que se celebraba en España desde que Cataluña prohibió las corridas de toros. Entonces se habló del «derecho constitucional de ir a los toros».