El ictus aumentará un 35% antes del año 2035

DP
-

El director médico de las Hermanas Hospitalarias de Palencia, Carlos Martín, asegura que esta enfermedad es una de las principales causas de mortalidad hoy en día

Imagen de archivo de un autobús informativo de la Sociedad Española de Neurología que aconseja estilos de vida. - Foto: P.G.

El centro de Hermanas Hospitalarias de Palencia, con la colaboración de Sacyl (Sanidad de Castilla y León), ha organizado para hoy la jornada sociosanitaria Asistencia integral al paciente con ictus. El objetivo es que profesionales de diferentes disciplinas aborden y debatan sobre la atención a este tipo de pacientes, que, solo en Castilla y León, suponen 6.000 casos nuevos de ictus al año.

En la jornada participarán el jefe de servicio de Neurología del hospital Clínico de Valladolid, Juan Francisco Arenillas, que abrirá el turno de las conferencias en las que participarán otros profesionales como el jefe del Servicio de Medicina Interna del Complejo Asistencial Universitario de Palencia, Jacinto Sánchez; o la jefa clínica de Neurorrehabilitación del Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid, Socorro Martínez.

También participará la enfermera especialista en Altos Cuidados, Ana Isabel Moreno, y cerrará la jornada; la trabajadora social del área de Neurología del Hospital Clínico de Valladolid, Verónica Olmedo.

El ictus es la causa más importante de incapacidad

«En Castilla y León se generan cada año 6.000 nuevos casos de ictus y se estima que una de cada seis personas acaba padeciendo esta enfermedad sin importar el grupo de edad, sexo o nivel socioeconómico», según informa el director médico de las Hermanas Hospitalarias de Palencia, Carlos Martín.

«Siendo una de las principales causas de mortalidad hoy en día. Actualmente, el ictus es la causa más importante de incapacidad en las personas adultas», añade. Asimismo, Carlos Martín indica que tres de cada cuatro personas que han padecido un ictus en Castilla y León tienen 65 años o más. Sin embargo, cada vez está afectando en mayor medida a la población más joven. Algo que Martín atribuye, al menos en parte, «a los cambios que se están produciendo en el estilo de vida de la sociedad».

Por otra parte, el profesional detalla que, en España se prevé que haya un importante incremento de la incidencia de hasta un 35% antes de 2035 debido, en gran parte, al progresivo envejecimiento de la población y al empeoramiento de los hábitos de vida.

Dos de cada tres personas que sobreviven a un ictus presentan algún tipo de secuela, en muchos casos, incapacitantes, lo que incrementa notablemente la necesidad de recibir asistencia o cuidados. Por otro lado, los pacientes que sobreviven a un ictus suelen sufrir secuelas físicas relacionadas con la movilidad, la visión o el habla, así como trastornos del ánimo, cognitivos y de personalidad. Esto impacta en su funcionalidad y en la calidad de vida.

Hay que tener en cuenta que el 80% de los factores de riesgo vascular como el peso, la hipertensión arterial o la fibrilación articular son evitables y su control es la medida más efectiva para la prevención de ictus. La epidemia de Covid-19 ha supuesto, en algunos casos, un agravamiento de las enfermedades cardiovasculares previas y una mayor incidencia de complicaciones vasculares. Por último, desde Hermanas Hospitalarias se incide en la importancia de destinar recursos para la prevención, entrenamiento y rehabilitación de los pacientes con ictus para reducir el impacto de la enfermedad.