Una parte de la civitas de Maggavi

DP
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Las recientes excavaciones arqueológicas realizadas en La Capilla de Santa María de Mave (Aguilar de Campoo) han permitido comprobar la existencia de un pequeño asentamiento romano con características urbanas

Muros de habitaciones de la domus localizada al este de la carretera. - Foto: Patrimonio Inteligente

Los resultados de la investigación mediante georradar en campañas precedentes habían permitido definir las trazas de un asentamiento cuyo eje era lla vía del Pisuerga entre Pisoraca y Iulobriva (las actuales Herrera de Pisuerga y Retortillo). Esa vía quedaba flanqueada por una gran casa romana, una domus de más 500 metros cuadrados, así como por otras construcciones, cuyas fachadas traseras marcaban calles paralelas a la calzada. Otra domus de parecido tamaño se detectó en una disposición oblicua y parece marcar un camino de descenso hacia el cercano curso del Pisuerga. Más estructuras, ordenadas en la dirección de la vía, se marcaban, con menos claridad, en otros sectores del yacimiento.

Aunque todas esas evidencias, unidas a los resultados de las excavaciones realizadas en 2017 y a las de García Guinea en 1969, «permitieron publicar que el núcleo de La Capilla se extendió por, al menos ocho hectáreas, lo cierto es que teníamos dudas sobre la correcta cronología de esas edificaciones, pues las excavaciones referidas habían probado que en algún punto del yacimiento se conservaban edificios superpuestos levantados entre los siglos I y la primera mitad del IV de nuestra era», explica Javier Quintana López, de Patrimonio Inteligente Castilla y León, quien añade que «alguno de ellos poseyeron rasgos arquitectónicos ciertamente notables, con la utilización de mármoles en pavimentos, revestimientos y elementos ornamentales como pilastras o cornisas, patios porticados con columnas o pintura mural figurada».

En esta ocasión, gracias al apoyo de la Junta de Castilla y León, se han excavado varios sondeos de pequeño tamaño coincidiendo con las trazas del georradar con el fin de comprobar ese aspecto cronológico, pero también el estado de conservación de las estructuras. 

Dos de ellos,  señalan desde  Patrimonio Inteligente Castilla y León, han desvelado los muros de esas dos domus comentadas, comprobando que son edificaciones altoimperiales del siglo I de nuestra era. 

Un tercer sondeo se practicó en otra parcela donde había indicios más débiles de edificaciones. «En esta ocasión no aparecieron esos muros, pero sí una interesante colección de restos cerámicos y de material de construcción consecuencia de la utilización de este sector para acumular residuos en un momento todavía de la fase altoimperial», añade Quintana López. 

El cuarto sondeo se practicó sobre la traza que se pensaba  que coincidía con la vía romana, comprobando que, efectivamente, se conserva la cimentación de la calzada romana, de grandes bolos cuarcíticos seleccionados, que configuran una plataforma de unos seis metros de ancho sostenida por los restos de bordillos de piedra caliza y arenisca. 

El último trabajo pretendía comprobar la naturaleza de una traza identificada como el foso de un campamento legionario, localizada mediante ortofotografía y ubicada al este del núcleo de habitación. Aunque el trabajo fue infructuoso, «la naturaleza del terreno nos reafirma en nuestra idea de que no se trata de un recinto militar completo, sino de una práctica de campamentación de la legio IV, que estuvo asentada en Herrera de Pisuerga en las décadas del cambio de era, algo similar a lo que ocurre con otros presuntos campamentos legionarios localizados en el en entorno de una jornada de marcha desde la base de la legión», comenta Javier Quintana.

tesis. En relación a la interpretación del yacimiento de La Capilla en el contexto del imperio romano, «los investigadores ya hemos defendido la tesis de que se trata de una parte de la civitas de Maggavi, mencionada en un documento epigráfico, una tessera localizada en Herrera de Pisuerga que data del año 14 de nuestra era, y de la que derivaría el nombre de Mave. Una civitas era un distrito administrativo para organizar el territorio, que no necesariamente implicaba la existencia de una urbe en la imagen clásica del mundo romano; es decir, con su arquitectura monumental en torno a un foro», según Patrimonio Inteligente. El modelo en el que  encaja esa Maggavi del Pisuerga es «el de una ciudad dispersa, que algunos han dado en llamar civitas sine urbe, en la cual las funciones administrativas estaban distribuidas en varios núcleos de características semiurbanas, uno de los cuales sería este de La Capilla, otro el que está siendo investigado con espectaculares resultados por otros compañeros en Huerta Varona, a unos 12 km en el mismo eje del Pisuerga, y que tiene una ocupación sincrónica, quedado entre ambos asentamiento castreño de Cildá, que si bien no tuvo ocupación probada en los siglos centrales del altoimperio romano, sí pudo cumplir alguna función simbólica, tal vez incluso monumentalizada, al ser el origen de la población indígena que se integró en esa civitas y a la que prestó el nombre», conluye Patrimonio Inteligente.