Los programas mixtos forman a 415 palentinos en un lustro

Rubén Abad
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La inversión de los últimos cinco años roza los 5,5 millones de euros. En la provincia hay activos 16 proyectos este curso 2021/2022, con un total de 142 participantes

Los programas mixtos reúnen a 415 palentinos en un lustro - Foto: Óscar Navarro

Los ayuntamientos de Baltanás, Carrión de los Condes, Cervera de Pisuerga, Palencia, Paredes de Nava, Saldaña, Venta de Baños, Villada y Villamuriel de Cerrato; la Diputación y las fundaciones San Cebrián, San Isidro Micas y Santa María la Real son las 13 entidades palentinas beneficiarias en la convocatoria 2021/2022 de los 16 programas mixtos de formación y empleo que promueve la Junta de Castilla y León a lo largo y ancho de la provincia. Una edición de récord que abre una nueva oportunidad, muchas veces decisiva, a la hora de acceder al mercado laboral a un total 142 participantes con una inversión global de 2.381.304 euros.


Favorecer la creación de nuevos puestos de trabajo y mejorar la cualificación profesional de las personas que se encuentran en situación de desempleo, especialmente entre aquellos colectivos con mayores dificultades de inserción laboral, son los objetivos de un programa que, según los datos aportados a Diario Palentino por el gerente provincial del Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl), José Manuel Barrientos, tiene una empleabilidad superior al 50 por ciento.


Empleabilidad que, como concreta Barrientos, no solo se concentra en la acción concreta en la que se está trabajando, sino que los asistentes a este programa adquieren también unas habilidades y unas destrezas aptas para otro tipo de trabajos. 


Participantes que, en su calidad de trabajadores, perciben sus honorarios cada mes. En este sentido, el incremento presupuestario del que goza el programa en la presente convocatoria, se ha visto reflejado directamente en el sueldo. Más concretamente, la administración autonómica financia el cien por cien del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vigente en el momento de la convocatoria, frente al 75 por ciento que venía abonando hasta el momento.

 

LOS PROYECTOS

En los cinco últimos años, se han desarrollado 53 programas mixtos, con 415 participantes y una inversión de 5.468.579 euros. En volumen de participantes e inversión, destacan, detrás de la edición actual, los celebrados en 2017/2018 (84 personas y 895.765 euros), 2018/2019 (75 y 861.834) 2019/2020 (62 y 796.987) y 2020/2021, que cierra el top5 con 52 alumnos/trabajadores y 532.689 euros de inversión.


Los programas mixtos van dirigidos a las entidades locales y entidades sin ánimo de lucro para financiar proyectos que permitan desarrollar obras o servicios de utilidad pública e interés social y, al mismo tiempo, formar en un determinado oficio o rama de actividad a personas desempleadas, proporcionándoles una completa formación teórica y práctica y facilitándoles, al término de la misma, un certificado de profesionalidad que acredita los módulos cursados y superados con éxito. 


En la provincia palentina los proyectos solicitados este año permiten que los participantes reciban formación en materias muy diversas, tales como atención sociosanitaria, jardinería, aplicaciones informáticas, albañilería, fontanería, trabajos forestales, tareas de oficina u operador de sistemas de distribución de agua, por citar algunos ejemplos.


El gerente provincial del Ecyl califica los programas mixtos como una «apuesta consolidada», de la que en el Servicio Público de Empleo de Castilla y León están «muy contentos» con la respuesta de participantes y docentes y con los resultados obtenidos, especialmente en estos tiempos de pandemia, en los que ha habido que «reinventarse». 


«La colaboración de los ayuntamientos y de las entidades sin ánimo de lucro que participan en el programa ha sido de diez», precisa Barrientos, quien reivindica también la apuesta que se hace siempre desde la administración por las políticas activas de empleo.


LOS PARTICIPANTES

A la hora de seleccionar los proyectos que se subvencionan, se apuesta por obras y servicios de interés general y social; amén de atender las necesidades de los ayuntamientos o las entidades del sector social que concurren a las distintas convocatorias. También se valora la calidad del proyecto formativo, la participación en el mismo por parte del ayuntamiento, la empleabilidad que pueda tener (se estudia el mercado laboral y cuál es la previsible empleabilidad que puedan tener a su salida).


Al elegir a los alumnos que formarán parte de los mismos, se tiene en cuenta una serie de condicionantes como el número de desempleados del entorno, los colectivos especialmente desfavorecidos, menores de 35 años, mayores de 45 con cargas familiares, parados de larga duración y personas en riesgo de exclusión social, según los Centros de Acción Social (CEAS) repartidos por la provincia. Colectivos, como destaca Barrientos, en los que se «vuelcan» todos los servicios públicos de empleo como el Ecyl. «Nosotros formamos para emplear» y es que los participantes «no hacen prácticas trabajando, sino que aprenden trabajando», puntualiza.


Para Barrientos, la combinación entre trabajo y formación es una «situación óptima», porque la persona participante «no es un alumno, es un trabajador que, mientras trabaja, está recibiendo una formación muy cualificada que ayuda a terminar los proyectos con un grado más de experiencia y capacitación que, además, tiene su reflejo en una certificación oficial».


EN PRIMERA PERSONA

Valentín Escudero es uno de los 16 coordinadores docentes de los programas mixtos que se desarrollan estos meses, concretamente el de Venta de Baños. Junto con el profesor Manuel Esteban lleva las riendas de una formación en carpintería, que integran siete desempleados.


El día a día de los participantes comienza en el aula, donde reciben formación teórica que luego ponen en práctica en el taller, donde disponen de todo tipo de herramientas como una regruesadora, una escuadradora, una máquina combinada o una sierra de cinta. 
Su trabajo consistirá en la sustitución de la carpintería del edificio  en el que se imparte la formación. Así, se mejorará la eficiencia energética del inmueble, donde los alumnos cambiarán en el segundo trimestre la carpintería por la albañilería.