Castañares será escenario del derbi de la necesidad, el duelo entre dos equipos en horas bajas. El Burgos B, filial del equipo d e la Segunda División, último en la tabla, y elPalencia Cristo Atlético, que viene de sumar un único punto en ñas tres últimas jornadas, donde, además, no ha visto puerta.
Este Burgos B es fruto de la unión del Burgos Promesas 2000 (que preside Manzanedo, el que fuera guardameta internacional y entrenador del CFPalencia) y el Burgos CF. Por ese motivo, este Burgos B o Burgos Promesas, como se le quiera llamar, juega en Castañares, una instalación a unos siete kilómetros de la capital burgalesa.
Este Burgos B ascendió al igual que el Palencia Cristo Atlético la pasada temporada (aunque en su caso en los play-off) jugando en el llamado grupo vasco, logrando la permanencia. Ahora ha cambiado de grupo y le está costando adaptarse. En sus filas militaron la pasada campaña dos jugadores actualmente en la plantilla morada, Montes y Conejo. También en las filas del cuadro de la capital del Cid hay un ex, Dani Burgos, jugador que dejó huella en lo personal y deportivo en el club palentino.
Cierra la tabla con el balance de dos triunfos, dos empates y nueve derrotas, siendo el segundo menos goleador (por delante del propio Palencia Cristo Atlético) y el máximo goleado, con 25 tantos encajados.
Chuchi, técnico morado, es consciente de las dificultades que se van a encontrar. «Nosotros llevamos tres partidos sin ganar y ellos, cuatro. Para ellos puede ser la última oportunidad para no desengancharse del todo de los puestos de permanencia y para nosotros lo es para alejarnos de los puestos de descenso. Muchos piensan que por el hecho de jugar en la cancha del colista todo va a ser fácil y nada más lejos de la realidad. Es un campo complicado y el rival tiene calidad e intensidad. Es el típico equipo que si tiene un día acertado te la puede liar perfectamente. Creo que va a ser determinante marcar primero. El que lo haga tiene mucho ganado».
Jorques manifestó tras la rueda de prensa del pasado domingo que le tenía que dar una vuelta a todo, tras repetir un mal partido, como quince días antes frente al Racing B. «Lo hemos analizado todos juntos, jugadores y cuadro técnico. Y hemos llegado a una conclusión tras hablar mucho de lo sucedido. Y es que el problema es mental, que cada vez que un equipo se pone por delante aparecen pasajes negativos del pasado. En el descanso vi las caras de los jugadores y sabía que era muy difícil remontar, que pensaban que si les cuesta meter uno cómo iban a meter dos. En esos momentos con el marcador adverso hay que visionar las cosas que hacemos bien, que son muchas. Yo no puedo poner ni un pero a su trabajo».
Por cierto, Álex Albístegui, entrenador del Burgos B, fue compañero de Chuchi en el Real Unión de Irún.