Una tercera parte del padrón provincial procede de fuera

ALBERTO ABASCAL
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A Palencia han llegado 30.623 personas nacidas en otras partes de España, mientras que se han ido 101.736 palentinos

Una tercera parte del padrón provincial procede de fuera - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Los datos definitivos publicados en el último informe Estadística del Padrón Continuo a 1 de enero de 2021. Datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que en la provincia viven actualmente 40.806 españoles que no han nacido en Palencia, de las que 10.183 proceden den del extranjero y 30.623 del resto de provincias del país. A estos hay que sumar los 7.327 foráneos que se han buscado su vida a orillas del río Carrión.

Si se tiene en cuenta que el padrón actualizado de la provincia es de 157.340 personas, los datos globales del informe reflejan que 31 de cada 100 habitantes que están empadronados en la provincia no son oriundos de aquí (48.133 personas).

«En general, hay una coincidencia entre las provincias donde más se han ido los palentinos y desde las que más han venido debido a la existencia de las redes sociales familiares, de amigos que favorecen la migración en un sentido y otro. Siempre es más fácil ir donde hay familiares o conocidos que hacen menos duro y costoso el asentarse en un nuevo lugar», reconoce el sociólogo palentino, Javier Gómez Caloca, en un análisis pormenorizado realizado para Diario Palentino.

Las provincias que más población aportan a Palencia, todas por encima de 1.000 personas, son Valladolid, León, Burgos, Cantabria, Vizcaya, Madrid, Zamora y Salamanca.

«De la misma forma que nuestra población se desangra en las comunidades autónomas y provincias vecinas, el reducido aporte poblacional que recibe, la poca sangre que nos permite sobrevivir demográficamente, también viene de cerca», apunta al respecto Javier Gómez Caloca.

El caso es que las ocho provincias de Castilla y León aportan más de la mitad de los venidos de otros puntos del país, 16.007 personas, el 52,27 %, exactamente. «Es decir, esta tierra de emigrantes hacia lo próximo, también se nutre de lo más próximo, del resto de provincias de Castilla y León, en espacial de Valladolid, seguida de León y de Burgos», pormenoriza Gómez Caloca.

Por lo demás, el balance demográfico con las 49 provincias o comunidades autónomas uniprovinciales, más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, «es desolador -recuerda el sociólogo palentino- para la provincia: solo con seis provincias tenemos un balance migratorio positivo, cuatro de Castilla y León (Zamora, León, Salamanca y Ávila) y las dos de Extremadura (Cáceres y Badajoz), y con Ourense tenemos un balance neutro. Con el resto, es decir con 45 provincias, expulsamos más personas nacidas en Palencia que las que recibimos. Los casos más extremos son los de Madrid (-16.995), Vizcaya (-10.502), Valladolid (-9.085), Cantabria (-5.799), Barcelona (-5.114), Álava (-3.119), Guipúzcoa (-2.895), Burgos (-2.757) y Asturias (-2.038). En el cómputo global, el balance migratorio con el resto de provincias españolas es muy negativo. Han venido a Palencia 30.623 personas nacidas en otras provincias, mientras se han ido por España 101.736 palentinos, lo que nos da un saldo negativo de -71.113».

«Menos mal que a los venidos de otras provincias se han unido 10.183 españoles nacidos en otros países, hijos de nuestra emigración exterior, que, con el regreso de sus progenitores, al final de sus vidas laborales han venido a Palencia», afirma Gómez Caloca.

EXTRANJEROS EN PALENCIA.  Palencia no es una provincia que se caracterice por el gran número de inmigrantes. Al contrario, en términos absolutos solo Zamora (6.246) y Ceuta (5.367) tienen menos inmigrantes extranjeros (7.327). Incluso otra con mucha menos población como Soria tiene más inmigrantes extranjeros (8.757).

El sociólogo palentino explica que «si hacemos el análisis en términos relativos (porcentaje de inmigrantes extranjeros sobre el total de la población), la posición mejora algo, puesto que nuestro porcentaje (4,6%) está por encima del de 12 provincias, pero está casi punto y medio por debajo del de la Comunidad Autónoma (6,05%) y muy por debajo del de la media del país (11,48%)».  «La realidad es que nuestra provincia, que expulsa a los jóvenes nativos, no es atractiva ni para los inmigrantes en busca de oportunidades lejos de sus países. Y esta dinámica es muy difícil de romper porque, como hemos visto en el caso de la migración anterior, la existencia de previas redes sociales de familiares y amigos es una fuerte palanca para generar más migración, en este caso, para atraer más inmigrantes», añade para, a continuación, afirmar: «Si nuestra tasa de reemplazo poblacional en las edades activas (de 19 a 65 años) está, sobre todo a partir de los 45 años, por debajo del 50%, aunque el acelerado proceso de digitalización y robotización modifique y se lleve por delante una parte de nuestros actuales empleos ¿Cómo se van a cubrir las necesidades de mano de obra de las empresas de nuestra provincia en los próximos 5,10, 15 años?».

Por lo demás y desde el punto de vista estadístico, la provincia cuenta con tres grandes aportes, a razón de prácticamente un tercio cada una: América (33,8%), África (29,6%) y Europa (31,5%). Con ciudadanía de la Unión Europea, y por tanto con total libertad de movimientos, tenemos entre nosotros a 2.039 habitantes, casi el 28% del total de los inmigrantes.

Más de la cuarta parte, proceden de Marruecos (1.912), seguido a gran distancia por dos países de la Unión Europea que aportan un 10% cada uno (Bulgaria y Rumania). Después aparecen cuatro países de América del Sur (Colombia, Perú, Paraguay y Brasil), seguidos de China con 236 personas que, como veremos, se concentran en su práctica totalidad en la capital donde están muy presentes en el sector servicios (bazares) pero cada vez más en la hostelería y el comercio donde cubren parte de los huecos que van dejando los nativos. 

El balance es más positivo con aquellos países de relación migratoria más reciente, la migración del siglo XXI. Con Marruecos (+1.912) solo se produce inmigración, sin que ni un solo palentino de nacimiento haya trasladado su residencia definitiva a ese país. Le siguen en balances migratorios positivos Bulgaria (+729), Rumania (+728), Colombia (+570), Perú (+256), China (+224), Paraguay (+191) y Portugal (+184). En el lado negativo, los peores balances migratorios los tenemos con países hacia los que hubo una fuerte emigración en el siglo pasado: Argentina (-1.790), Alemania (-968), Francia (-751), Chile (-557), México (-418), Reino Unido y Estados Unidos, ambos con -305, Suiza (-265); Bélgica (-211) y Australia (-147). 

Así las cosas, el balance migratorio exterior de la provincia es negativo. Aquí viven 7.327 inmigrantes extranjeros, pero de los nacidos en Palencia se han ido al extranjero 8.531, lo que nos arroja un balance negativo de -1.204 personas. Solo 39 municipios tienen balance migratorio exterior positivo (más inmigrantes extranjeros que nacidos en el municipio que han emigrado fuera del país). Entre ellos destacan los de más población, la capital (+426), Venta de Baños (+222), Aguilar de Campoo (+201) y Villamuriel de Cerrato (+192). Después aparecen municipios de menos población, pero con importante número de inmigrantes muy relacionado con el empleo agrario y ganadero: Torquemada (+78), Villaluenga de la Vega (+64), Quintana del Puente (+59) y Saldaña (+57). En ocho municipios el balance es neutro, mismo número de emigrantes exteriores que inmigrantes. Y en el resto, 144 municipios de los 191 de la provincia, el saldo migratorio exterior es negativo, destacando los municipios del norte de la provincia azotados en sucesivas oleadas por cierres de explotaciones mineras hasta su desaparición.

CONCLUSIONES.  «Si queremos ser una provincia atractiva para españoles de otras provincias, deberíamos apostar por la consolidación de nuestro fuerte sector industrial (el 8º con más porcentaje de ocupación del país, más de seis puntos por encima de la media nacional), implementando centros y ramas de formación profesional relacionadas con la agroalimentación. Es inaudito, por no decir impresentable, que en un polo de desarrollo como es Aguilar de Campoo la Junta no imparta enseñanzas profesionales relacionadas y necesarias para la industria galletera. Se hace imprescindible la creación de un centro de referencia en formación agroalimentaria en la zona, con las familias que la industria necesite, de la misma forma que en otras zonas de la comunidad hay centros referencia según el sector productivo preponderante (por ejemplo, en Salamanca y la industria cárnica)», apunta el sociólogo Javier Gómez Caloca.

Mantiene que el sector servicios, que ocupa seis puntos menos de trabajadores que la media nacional «debe pasar página». «Los servicios del siglo XX (comercio de proximidad, hostelería, hasta la banca) que generaban empleo y oportunidades están siendo azotados por las nuevas pautas del consumo, la digitalización…). Hay que potenciar los servicios del siglo XXI, los relacionados con el Internet de las cosas, la inteligencia artificial, la digitalización de las empresas. Tenemos algunas empresas punteras, pero hay que crear más , además de apoyar a las existentes para que puedan ejercer de tractoras», añade Gómez Caloca.  «La logística en otras zonas del país, en provincias como la nuestra, crea empleo y fija población. Un nudo logístico -sostiene Gómez Caloca- no es una explanada para aparcar muchos coches y camiones, de eso ya tuvimos el puerto seco de Venta de Baños y, parece que, a eso se va limitar los que se ha anunciado en Aguilar de Campoo».

«Si perdemos competitividad, como está sucediendo, con otras zonas del país, algunas limítrofes, en materia de servicios públicos y privados, de conectividad digital, cada vez seremos menos atractivos para nacionales de otras provincias y extranjeros. Nuestro saldo vegetativo, con una media de dos muertes por nacimiento, con el grado de envejecimiento que tenemos, con jóvenes que cada vez se van más pronto, ya no vuelven y tienen sus hijos fuera, no tiene solución. Nuestro futuro demográfico, nuestro presente, se ha de basar en mejorar nuestros saldos migratorios interior y exterior», finaliza.