Julio César Izquierdo

Campos de Tierra

Julio César Izquierdo


Autillo de 10

10/12/2022

Hace unos días se entregaban en Autillo de Campos los reconocimientos y galardones que otorgan los colectivos culturales y las revistas más destacadas de la comarca natural de Tierra de Campos. Un acto que ponía de manifiesto que todavía hay partido. Que siguen quedando entidades, asociaciones y personalidades a título personal que trabajan y que se esfuerzan para que la zona siga teniendo presente y futuro, dejando de lado límites provinciales, apostando por lo que nos une y, sobre todo, recalcando la identidad y la idiosincrasia propia. Porque, de vez en cuando, no está mal hablar de nosotros mismos y encima, generando valor y optimismo. Lo último es vital, pues aporta vitaminas e intercambia experiencias entre las buenas gentes que comparten y tienen mucho en común y, que tal vez, no cuentan con demasiadas oportunidades para juntarse y ver la botella medio llena, dejando de lado penurias y sinsabores. Que sabemos que están, que se dibujan en el trasfondo, que no se diluyen por arte de magia. Reconforta ver y reconocer el quehacer cotidiano/extraordinario del convecino de a pie; desde el arquitecto hasta el etnógrafo, escritor, artista, cocinero, profesor, artesano, arqueólogo y otros tantos. Aunque si hay algo que gusta particularmente es el aplauso a los moradores de siempre. Y más si se trata de la mujer rural. Son nuestras madres o abuelas. Que siempre estuvieron ahí. Sin ellas, ni pueblos, ni comarca, ni vida. Fueron el motor y eran invisibles. Su agasajo en estos eventos llega con nombres y apellidos, si bien sabemos que son extensivos a toda una generación. En fin. Que tocaba hablar de lo cercano. Evento que tenía al pueblo de Autillo como anfitrión, con su imponente templo como testigo y con un palacio rehabilitado que dice mucho de la historia de Castilla y la perseverancia por cumplir retos. Y se reflejaba también que la España Vaciada es más bien la Poco Poblada. Que sigue quedando tropa. No quieran borrarlo todo de un plumazo. Me recuerda Tiburcio que insista, que sea cansino. Que sí, pocos, pero con ganas, que sin pueblos no hay futuro. Es que parece que se olvida y algunos siguen estando ahí, en la pelea amable, creando tendencia. Sin pedir nada a cambio. Haciendo lo que toca. Sea.