Maternify, tu matrona en casa, también en la España rural

SPC
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La empresa fundada por la vallisoletana Carla Quintana cuenta con diez matronas que operan en todas las provincias de la Comunidad, a excepción de Ávila

Maternify, tu matrona en casa, también en la España rural - Foto: ICAL

Diez matronas de Castilla y León prestan sus servicios a través de Maternify, una 'start up lanzada' por la vallisoletana Carla Quintana que en menos de año y medio, desde Madrid, ha conseguido contar con 125 profesionales en su equipo y dar servicio de acompañamiento y de atención sanitaria personalizada online y a domicilio durante el embarazo y posparto más de 2.000 parejas en toda España.

Para muchas mujeres adentrarse en la maternidad puede acarrear muchos problemas, sobre todo, en lo que respecta al momento de adentrarse en la lactancia por la "presión sanitaria y social que acarrea". Además, la presión asistencial, es decir, la falta de personal y tal y como está concebida la sanidad en España impiden que el servicio de asesoramiento y ayuda a las madres pueda funcione con calidad en la mayoría de hospitales públicos. 

Esto unido a que Clara Quintana ejerció como matrona durante seis años en Reino Unido, país, junto con Alemania donde los cuidados posparto están incluidos dentro de la sanidad pública, hicieron que se decidiera junto con su pareja, Álvaro Ayllón a fundar la empresa.

Al proyecto se han sumado 125 profesionales, el 90 por ciento de ellas matronas, pero también psicólogas, fisioterapeutas, nutricionistas, ginecólogas, especialistas del sueño, enfermeras pediátricas, entrenadores personales, técnicos de ecografía emocional a domicilio y fotógrafas del embarazo y del recién nacido. 

Para trabajar en la empresa se debe compartir su misma filosofía, que intenta poner en valor el parto respetado, que la lactancia no tiene por qué doler y que tampoco debe ser impuesta.  El modo de operar de la empresa pasa por ofrecer servicios durante 24 horas los siete días a la semana, ya que "la maternidad no entiende de horarios", según cuenta su fundadora. 

Maternify, que cuenta con plataforma web y llega a las futuras mamás a través de las redes sociales (Instagram), realiza un triaje sobre el tipo de servicio que se demanda y según la necesidad de la madre, le asignan el profesional adecuado en su zona de influencia. 

Los clientes pueden contratar la visita de la matrona o cualquier profesional, antes o después del parto para conocer los cuidados de la madre respecto a cómo dar el pecho, el destete, asesorarse sobre cómo gestionar las horas de sueño o realizar una lactancia mixta. Además, también se atiende consultas vía on-line, aunque siempre se intenta que el acompañamiento sea "lo más cercano posible".

Álvaro Ayllón, que abandonó su trabajo de consultor para emprender junto a su pareja, explica que Maternify es el punto de contacto entre los clientes y los profesionales que intervienen en la maternidad. Ellos realizan un triaje y antes de que se desplace la matrona a domicilio ya sabe si la madre es primeriza, si el bebé es niño o niña, su nombre y el problema que tiene. Tras prestar el acompañamiento la empresa audita el servicio y realiza un seguimiento. 

Todas las provincias de Castilla y León, a excepción de Ávila, cuentan con el servicio de Maternify. En Valladolid y Burgos operan tres matronas, y una de las de Valladolid presta servicio a Palencia y Zamora. En el resto de provincias hay una a disposición de las futuras mamás.

"No es posible tener un hospital en cada ciudad y pueblo de España y aun parece menos probable disponer de una sala de partos, matrona, o una especialista en lactancia en las zonas de la España vaciada. Nosotros ofrecemos el servicio que los profesionales dan fuera de su jornada habitual y de forma independiente. Para ellos supone un ingreso extra y poder ejercer su profesión de una manera más personalizada y sin la presión asistencial habitual", explica el cofundador.

Problemas en la maternidad

Carla Quintanilla detalla que el servicio más demandado en toda España está relacionado con la lactancia, debido a presión social y sanitaria que la parturienta recibe, tras convertirse en madre. "Si no das el pecho eres malísima madre. A esto se une que se da o una falta de información o sobreinformación, es decir, muchas mujeres piensan que les tiene que doler y esto no es así. Además, se explica que pueden optar por lactancia mixta, es decir, que pueden contar con un servicio para poder disfrutar de la lactancia que la madre decida", cuenta.

Este servicio en los centros de salud y hospitales de España es muy básico y "supergeneralizado", lo que arrastra tabús entre la sociedad y mucha inseguridad a las madres, según la empresaria.  "No hay que pasarlo mal por ser madre y poner a una matrona en un momento determinado te puede cambiar la experiencia", precisa. 

Carla asegura que la presión sanitaria y social respecto a la maternidad es "brutal" y las españolas cada vez demandan más los servicios de las psicólogas perinatales. Al respecto, alude a que la tristeza, en el puerperio no se debe "normalizar" y se debe de disfrutar del hecho de convertirse en madre.

La empresa atiende 15 servicios de media diaria. En un principio cuando Carla Quintanilla regresó de Reino Unido y comenzó a trabajar en un hospital daba su tarjeta a las mamás y realizaba alrededor de 15 servicios a domicilio fuera de su horario de trabajo como autónoma. La demanda fue en aumento y finalmente pasó de 'influencer' en maternidad', a través de la web una matrona para mí, a empresaria.

El servicio, según afirma, ha demostrado en Reino Unido y Alemania que abarata los costes en los hospitales y favorece la descongestión de los centros de atención primaria, ya que la gran mayoría de los procedimientos de atención materno-infantil posparto no requieren de infraestructuras complejas ni maquinaria. 

La pareja afirma que la empresa es un éxito en España, a pesar de que para ambos ha supuesto un esfuerzo tremendo al tener que trabajar a diario. "Nuestra ojeras nos ha costado", manifiesta la fundadora.

Ambos se convirtieron en padres hace siete meses y es, según Álvaro Ayllón, una "ventaja injusta" tener una matrona en casa. "Es por ello que me gusta compartir el servicio con toda la población porque te puede cambiar la experiencia de cómo convertirte en madre o  padre".