Once pasos en la calle después de cinco años

DP
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La Oración del Huerto volvió a dejar escenas que emocionan a los asistentes como el izado de los pasos de Nuestra Señora de la Vera Cruz y Lignum Crucis para salvar los bolardos de los Cuatro Cantones

Once pasos en la calle después de cinco años - Foto: Juan Mellado

La Oración del Huerto es la procesión que en la Semana Santa palentina más pasos  saca a la calle, ayer con la caída de una espléndida tarde. Organizada por la cofradía de la Vera Cruz, permitió merced a imágenes de los siglos XVI, XVII y XVIII (Jesús atado a la  columna, Coronación de espinas y  Yacente) junto con otras más recientes (Lavatorio, Sagrada  cena del Señor y San Juan) evocar  algunos de los principales momentos de la Pasión y Muerte del Señor.

La procesión de La Oración del Huerto,  de la que existen referencias desde inicios del siglo XVI, aunque entonces se llamaba del Jueves de la Cena, «se puede considerar, casi con toda seguridad, que es la más antigua de las procesiones penitenciales de la ciudad, y es que, al menos desde 1524, se ha celebrado ininterrumpidamente, salvo en período de guerra», señalan desde la Vera Cruz.

En los alrededores de la sede de la cofradía a medida que se acercaba la hora de la salida de la procesión aumentaba el número de personas congregadas -algunas totalmente absortas contemplando a Nuestra Señora de la Vera Cruz (Melchor Gutiérrez, 1997)-, así como en los Cuatro Cantones, rincón donde volvería a vivirse uno de los momentos más esperados, celebrados y fotografiados.

Y es que uno de los instantes especialmente significativos en la procesión, porque fueron escasos segundos, se dio una vez más cuando los pasos Nuestra Señora de la Vera Cruz y  Lignum Crucis (Gregorio de la Portilla, Sierra y Francisco Fernández, 1729) tuvieron que ser izados para salvar el obstáculo que suponen los bolardos, ante el aplauso y admiración del numeroso público que se concentró en la zona. Muy cerca, desde uno de los balcones del Casino engalanado para la ocasión la soprano Sonia Santoyo, cofrade de la Vera Cruz, interpretó el Ave María en honor a la Virgen. 

Había ganas de procesión, tanto por parte de los cofrades como de los incondicionales de los desfiles de Semana Santa y curiosos, y es que, por una u otra causa, se sumaron años sin que La Oración del Huerto saliera a la calle. Así, el mal tiempo obligó en  2018 a suspenderla y ser  sustituida por un pequeño acto en San Pablo. Al año siguiente, otra vez  las condiciones meteorológicas (por precaución el anterior y porque llovía ese) impidieron la celebración de la procesión. Decidida la suspensión se optó por que el paso Lignum Crucis fuera de la sede la Vera Cruz hacia el templo dominico, donde se celebró un momento de oración y recogimiento en torno al Monumento. Después tuvo lugar un minuto de silencio por Cayo de Juan (fue hermano mayor de la Vera Cruz durante 25 años) y los demás hermanos difuntos. 

Los siguientes dos años, en 2020 y 2021, inmersos en una crisis sanitaria sin precedentes y una pandemia que afecto y afecta de norte a sur y de este a oeste, tampoco se dieron las circunstancias propicias para la celebración de  la procesión.

Este año, por fin, La Oración del Huero pudo salir a la calle y, con algún que otro contratiempo,  hacer revivir profundos sentimientos e intensas sensaciones.  Ya de vuelta a su sede, la Cruz y la Virgen se encontraron, se saludaron y se despidieron en un acto que, por su emotividad, hace saltar las lágrimas del creyente y del devoto. «Una vez más, la cruz verdadera ha recorrido nuestras calles, dando testimonio de la mayor de las historias de amor», hizo hincapié la cofradía de la Vera Cruz.