Un punto de vista diferente y los numerosos toques de humor en medio de la intriga son las dos principales características de Doce abuelas (Editorial Maeva, 2023), la ópera prima de Pablo del Río (Cervera de Pisuerga, 1965), que surgió de uno de los relatos cortos que escribía en sus «tiempos muertos» antes de entrar en el mundo de la literatura. «Empecé con un texto de 20 páginas, pasó a 70, a 100, a 120... y por pura inercia pedía continuar a una novela», manifiesta el norteño.
Ambientada en diversos lugares del Principado de Asturias, algunos de ellos muy conocidos, el escritor montañés narra los acontecimientos que suceden a la muerte del virtuoso pianista Ricardo Manrique. Además del fallecido, a lo largo del texto aparecen otros personajes, como su tía Mercedes, su mujer Genoveva, su amigo Adolfo, su exnovia Carla, su amigo de la infancia Víctor o el sargento Paredes.
«Los protagonistas son singulares. Las novelas negras, normalmente, están protagonizadas por policías, detectives o periodistas. En este caso, la investigación corre a cargo de personas involucradas en la propia trama: una violinista con una vida acomodada y un monitor de esquí cuarentón al que acaban de despedir y que vive a salto de mata. Son dos personajes que no se conocían antes de ocurrir el drama y no pueden tener un carácter más dispar. Desubicados y confundidos por la magnitud de los hechos, intentarán encontrar el sentido a lo ocurrido en medio de un pueblo donde no reciben ninguna ayuda de los vecinos», explica el autor. Por ello, esta novela se anuncia como neo noir, ya que aborda un crimen y todas las pesquisas relacionadas desde un prisma no oficial.
Además, destaca que las «abundantes pinceladas» jocosas permitirán al lector «respirar de vez en cuando» y que los momentos dramáticos adquieran«más relieve». Por otro lado, comenta que la trama «es muy elaborada» y que tiene «permanentes» giros argumentales que mantendrán al lector desorientado.
AUTOR. Estudiante de Bachillerato en Aguilar de Campoo y licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, fue profesor de Filosofía en centros de Secundaria y colaboró con el periódico Carrión en temas cinematográficos antes de trabajar en diversas revistas especializadas, como Cinevídeo 20 o Shooting Mundo Audiovisual.En 2006 fundó la cabecera Cameraman. Posteriormente la vendió y orientó su vida laboral hacia la literatura.
Del Río presentó recientemente su libro en la biblioteca municipal de Aguilar de Campoo y tiene previsto presentarlo en el futuro en su Cervera de Pisuerga natal.