[INCLUYE VÍDEO] Mucha incertidumbre y escasas soluciones

Rubén Abad
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Entre 800 y 1.000 personas participan en una multitudinaria manifestación por las principales calles de la localidad norteña, que culmina con la lectura de un manifiesto en la plaza de España

[INCLUYE VÍDEO] Mucha incertidumbre y escasas soluciones

Incertidumbre. Con una sola palabra se puede resumir el sentir de los hosteleros, obligados a mantener echada la persiana de sus negocios mientras se ven asfixiados por los pagos y las letras. Un sector que ayer volvió a protagonizar una multitudinaria manifestación, en este caso en Aguilar de Campoo, donde se reunieron entre 800 y 1.000 personas según los datos facilitados por la organización.


La protesta, a la que se sumaron compañeros de Guardo, Saldaña, Cervera de Pisuerga, Herrera de Pisuerga, Barruelo de Santullán, La Pernía y la capital, recorrió las principales arterías de la localidad para acabar en uno de sus rincones más emblemáticos, la plaza de España, donde se leyeron los manifiestos reivindicativos.


Daniel Milla fue el encargado de poner voz a sus colegas aguilarenses, que también mostraron su apoyo a los autónomos, proveedores, comercios (muchos cerraron para sumarse a la convocatoria), gimnasios y agencias de viajes. «Que no se nos olvide, vamos todos de la mano, estamos todos en el mismo barco», afirmó el joven, quien aseguró que «vamos a seguir luchando para que nuestros pueblos no sigan perdiendo más negocios ni vecinos» y para pedir lo que consideran «justo» para unos negocios de los que viven cientos de familias de forma directa e indirecta.


Insistió en que la hostelería ha sido el primer sector en adaptarse para hacer de sus locales seguros y calificó su actividad como «necesaria, social y segura», al tiempo que reconoció que «está siendo un camino muy duro en lo laboral y en lo emocional, sin ninguna ayuda real». Por tal motivo, pidió «justicia» y trabajar «con garantías», tanto sanitarias como económicas. «No podemos asumir un 100% de los gastos teniendo cero ingresos. Nuestro pulmón, nuestros ahorros se van a fondo perdido cada día que pasa», lamentó.


Llevan cuatro meses cerrados en lo que va de año, con limitaciones de aforo y restricciones horarias, por lo que pidió también mayor comprensión y un rescate al sector. «Necesitamos ayudas directas ya, dentro de seis meses quizás sea tarde», afirmó Milla, quien reclamó la paralización o subvenciones para hacer frente a impuestos, alquileres, hipotecas, la cuota de autónomos, la Seguridad Social, la luz o el agua mientras no trabajen a pleno rendimiento.
 

El siguiente paso será la creación de una plataforma comarcal a través de la cual los hosteleros de la Montaña harán frente común a sus problemas y reivindicaciones.