Reconocimiento a los mayores

DP
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La Quinta Angustia cambió de recorrido e incluyó un acto penitencial junto al ábside de la catedral, a las puertas de San Bernabé

Reconocimiento a los mayores - Foto: Juan Mellado

L a procesión de La Quinta Angustia, ya en la madrugada del Jueves Santo, tiene un marcado carácter de austeridad y sobriedad. Organizada por la cofradía del Santo Sepulcro, con un recorrido cambiado este año por completo, incluyó un acto penitencial junto al ábside de la catedral, a las puertas de capilla de San Bernabé.

Señora de la Quinta Angustia «te hemos traído hasta aquí con la finalidad de que, de vez en cuando, nos recuerdes que detrás de estos muros viven las personas que nos han precedido en la vida, las que han trabajado de sol a sol,  las que no sabían de jornadas de 35 horas, que trabajaban en Jueves Santo y Navidad». «Aquellas -continuó- que han pasado necesidades por causas de guerras que les eran ajenas, los que nos transmitieon valores, la  paciencia, la humildad, religiosoidad, valores que claramente estamos perdiendo por no vernos reflejados en ellos, los mayores».

«Ay Madre de la Quinta Angustia, cuanto mejor nos iría si tuviésemos más presente el legado de estos mayores. Solo te pido que nos recuerdes que existen los mayores, que no nos olvidemos de ellos, que si es posible nos utilices como herramientas para que podamos hacerles la vida un poco más agradable, al menos que seamos capaces de sacarles una sonrisa, que les hagamos sentir tan importantes como realmente son».

La de La Quinta Angustia es, ante todo, una procesión de silencio, recogimiento y oración. Solo los motetes gregorianos y el sonido de la caja que marcó el ritmo de la carga, rompieron el silencio reinante en las calles.

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