Carmen Tomás

LA COLUMNA

Carmen Tomás

Escritora y periodista en información económica


Bruselas aprieta a Sánchez

16/10/2022

Es una evidencia que el Gobierno no está gestionando bien los fondos recibidos de Europa para modernizar la economía. Las cifras cantan. La ejecución de los miles de millones que han llegado hasta ahora es ridícula. Apenas alcanza el 17%, un hecho que ha sido denunciado por numerosos agentes económicos, incluida la AIReF. Nadie sabe qué ha pasado con todo ese dinero. La negativa del Ejecutivo a crear un órgano o comité independiente que velara por la transparencia en todo el proceso de adjudicación y ejecución de los fondos europeos ya es más que sospechoso y ahora ha tenido que ser la Comisión Europea la que ha mostrado su desconfianza sobre qué está haciendo realmente el gobierno de España con el dinero. Según fuentes comunitarias consultadas por la agencia Bloomberg podría además congelar la llegada de más fondos. Otras fuentes de la Comisión niegan este último extremo y se limitan a exigir a Sánchez que cumpla con el compromiso de crear ese órgano fiscalizador independiente.

En todo caso, desde que Bruselas desembolsara los primeros 9.000 millones, el Gobierno ha hecho mucha propaganda. Ha presentado en numerosas ocasiones planes para distintos sectores, aunque éstos no se han cansado de decir que no han visto ni un euro. No hace mucho incluso la Ford, dentro del PERTE del automóvil, renunció a presentar proyectos y por tanto a recibir dinero ante el caos administrativo. La pregunta que muchos se hacían sobre el desastre en la ejecución de los fondos europeos ya tiene respuesta y es oficial: ni Bruselas se fía de Sánchez. Quiere saber en qué se está gastando el Gobierno el dinero y exige un mecanismo de control.

Es sabido que no se puede engañar a todos todo el tiempo y aunque hace tiempo que se estaba reclamando un mejor y mayor control por parte de la Comisión Europa, no llegaba. Y no sólo de los fondos Next Generation, sino del descontrol del gasto público, de la deuda y del agujero de las cuentas públicas, por más que las reglas estén suspendidas. Resultaba increíble y sorprendente que la presidenta de la Comisión se mostrara más que satisfecha con la actuación del gobierno de España y menos en este momento a la vista del despilfarro de gasto público y de las intenciones que marcan los Presupuestos para 2023 de seguir gastando, cuando somos el país campeón en malos datos y cuando ni siquiera hemos recuperado los niveles anteriores a la pandemia. Veremos en qué depara este rapapolvo, pero no cabe duda de que es grave y de que tendrá un impacto muy negativo en la confianza e imagen de España en los mercados internacionales.