Víctor Aguayo Royuela

Fernando Pastor
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Los restos de Víctor Aguayo y Teófilo Rebollar están en el Panteón del cementerio de Héroes de Melilla

Víctor Aguayo Royuela

El pasado sábado fue inaugurado en la plaza de Valdecañas de Cerrato un monumento dedicado a Víctor Aguayo Royuela. Una gran piedra con una placa de bronce con su retrato y un relieve con la escena del episodio que le costó la vida. 

Con anterioridad ya había sido declarado hijo predilecto de la localidad. 

Víctor Aguayo nació en Valdecañas el 15 de junio de 1887. Dedicado a labores agrícolas y en menor medida a la albañilería, fue llamado a filas e incorporado al Regimiento de Infantería Guipúzcoa 53, con sede en Vitoria, correspondiéndole participar en las operaciones de Marruecos, la denominada Guerra de África, por lo que tuvo que trasladarse a Melilla en el barco de vapor Montevideo, quedando enrolado en el 2º Batallón, 1ª Compañía, y participando en diversos actos bélicos enmarcados en la rebelión árabe contra el protectorado español en el norte de África, institución que aunque en teoría no es una colonia en la práctica traspasa el poder real a los protectores.

Víctor Aguayo RoyuelaVíctor Aguayo RoyuelaEl 30 de enero de 1910 salió con otros soldados y un cabo a por agua. Al regresar fueron tiroteados por unos moros emboscados. El cabo falleció y él cayó herido. Estando en el suelo se acercaron varios moros para quitarle el fusil, a lo que se resistió. Le ofrecieron la libertad si se lo entregaba, pero continuó con su resistencia, por lo que la emprendieron a culatazos contra él, le hirieron en una mano con una gumia cuando vieron que intentaba disparar, y finalmente le cortaron los dedos con los que se aferraba al fusil, para que lo soltara. Perdió el conocimiento y falleció cuando era trasladado a su posición, en Exmuart-Melilla. 

El 21 de diciembre de 1911, a propuesta del Consejo de Marina y Guerra, Alfonso XIII le condecoró nombrándole Caballero de la Real y Militar Orden de San Fernando, condecoración popularmente conocida como la Cruz Laureada de San Fernando dado que la distinción tiene como símbolo una cruz rodeada de hojas de laurel, constituyendo la condecoración militar española más preciada.

Periódicos y revistas de la época se hicieron eco de la gesta, y en algunas localidades hay calles dedicadas con su nombre, placas, actos de homenaje, etc. En el regimiento Farnesio 12 de Valladolid había una placa en relieve con la inscripción Loor y gloria al héroe Víctor, e imágenes de su lucha con los moros.

El Museo del Ejército de Toledo alberga un estuche con el cuchillo bayoneta de Víctor, y en la colección de pergaminos pintados figura uno con su rostro.

En la Biblioteca General Militar, su historia y retrato figuran en el libro de Honor de la Infantería Española, en el libro de Caballeros de le Real y Militar Orden de San Fernando y en la revista España en su Héroes.

Sus restos se encuentran en el Panteón de Héroes del cementerio militar de la Purísima Concepción de Melilla.

Esta situación de protectorado tuvo como colofón años después con la denominada Batalla de Annual, con protagonismo de otro cerrateño. 

Los habitantes del Rif, región montañosa de Marruecos poblada por bereberes, se rebelaron comandados por Abd el-Krim, derrotaron al ejército español y proclamaron la República rifeña. Después lo intentarían con la parte de Marruecos sometida a protectorado francés, pero con menos éxito.

La derrota española pasó a la historia con el nombre de 'El desastre de Annual', ya que la batalla definitiva tuvo lugar en esa ciudad, el 22 de julio de 1921. En ella fallecieron miles de soldados españoles y provocó el suicidio de quien les comandaba, el general Silvestre.

Esta derrota se consideró síntoma de la decadencia española y provocó una crisis  económica y política. La pérdida del protectorado privó de los recursos industriales que de él se obtenían, lo que generó protestas. Todo ello debilitó a la monarquía española de Alfonso XIII, desencadenando el golpe de estado del 13 de septiembre de 1923 y la consiguiente dictadura de Miguel Primo de Rivera.

En los acontecimientos de la batalla de Annual jugó un papel destacado el cerrateño Teófilo Rebollar Rodríguez. 

Nacido en Villamuriel de Cerrato el 1 de abril de 1892, Teófilo obtuvo el título de Bachiller en el Instituto de Palencia con Matrícula de Honor, misma calificación obtenida en la carrera de Medicina, cursada en la Universidad Central de Madrid, para en 1914 ingresar en la Academia de Sanidad Militar de Madrid, donde estuvo un año.

Como médico militar, su primer destino fue Barcelona. En 1919 ascendió a capitán y fue enviado al Regimiento Mixto de Artillería, en Melilla, por lo que se vio inmerso en la guerra de Annual.

Cuando las cosas se fueron torciendo militarmente, Teófilo participó en la amputación del brazo al entonces teniente coronel Fernando Primo de Rivera en Monte Arruit. 

Aunque el citado general Silvestre, viendo todo perdido, permitió a todos los que quisieran intentar la huída a Melilla, Teófilo permaneció en su puesto del hospital de campaña de Tistitin para facilitar la evacuación en tren hacia Melilla de los miles de heridos que le llegaban, ya que en Monte Arruit no contaban con medios para atenderlos. 

El 9 de agosto, 19 días después de la batalla de Annual, pese a que según se cuenta salió con bandera blanca, fue abatido por fuerzas rifeñas, por lo que fue considerado héroe y propuesto para recibir también la Cruz Laureada de San Fernando.

Cuando meses después (en octubre) se permitió la entrada de periodistas en el escenario, además de miles de cadáveres encontraron entre otras cosas la fotografía de Teófilo Rebollar.

Identificado su cadáver, el 23 de mayo de 1925 fue enterrado también en el Panteón de Héroes del cementerio de Melilla. Allí continúan los restos de estos dos cerrateños ilustres.