La 'factura' de la pandemia: 5M€ más de gasto público al día

SPC
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Amilivia desgrana en un informe el impacto de la pandemia en las arcas regionales y aconseja a la Junta «vigilar» el indicador de endeudamiento general

Mario Amilivia, presidente del Consejo de Cuentas, comparece en la Comisión de Hacienda de las Cortes. - Foto: M. Chacón (Ical)

El presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, señaló ayer que el impacto de la pandemia en 2020 generó un aumento del gasto de casi 1.500 millones en Castilla y León, un 14 por ciento más que en 2019, hasta los 12.222 millones, cuando en los dos años anteriores solo se había incrementado un uno por ciento. Si tenemos en cuenta que el impacto de la covid-19 llegó en marzo de ese año, el gasto público se disparó en cinco millones diarios.

Ante ello, el presidente del Consejo de Cuentas aconsejó, durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda de las Cortes, «vigilar el indicador de endeudamiento general y los índices de inmovilización y firmeza, con el fin de garantizar mayor independencia frente a terceros, así como una mayor estabilidad patrimonial». Asimismo, instó a la Junta a «realizar actuaciones para corregir el desequilibrio financiero a corto plazo existente, que ha generado un fondo de rotación o maniobra negativo en el periodo analizado. Además, debería corregir la tendencia inadecuada del indicador de liquidez inmediata».

Amilivia, que presentó el informe 'Análisis económico financiero del impacto de la covid-19 en Castilla y León, específicamente las entidades del sector público de la Comunidad', explicó que los gastos por operaciones corrientes aumentan un 16%, pasando de 8.460 millones en 2019 a 9.846 en 2020. Los gastos de personal, que habían aumentado un cuatro por ciento hasta 2019, se disparan un 19%, lo que suponen 717 millones. El mayor incremento relativo se produce en gastos corrientes en bienes y servicios, un 38% interanual, por importe de 552 millones.

En cuanto a ingresos presupuestarios, ascienden a 12.039 millones, un 15% más (1.527 millones) por el aumento de las transferencias corrientes. «Los ingresos tributarios se estancan, las operaciones de capital aumentan un tres por ciento, sobre todo en transferencias, ascendiendo a 344 millones y por operaciones financieras crecen un 31 por ciento, rompiendo la tendencia de años precedentes», explicó.

Con la aparición de la pandemia en 2020, la autonomía presupuestaria disminuye un punto (del 88 al 87 por ciento) y la fiscal dos (del 53 al 51), «al estancarse los ingresos tributarios mientras aumentan las transferencias recibidas y la necesidad de recurrir a pasivos financieros».

El ahorro bruto muestra también tendencia desfavorable, pero en este caso con valores positivos en los últimos tres ejercicios, situándose en 186 millones en 2020. Aunque, si se deducen los créditos gastados para atender la amortización de la deuda, el ahorro neto resulta negativo, ascendiendo a 940 millones.

En cuanto a los indicadores per cápita en 2020, Amilivia indicó que el gasto público por habitante muestra una tendencia creciente (5.103,31 euros), como la inversión (493,44), mientras baja la carga financiera soportada por cada uno (550,68 euros).

Los indicadores de endeudamiento reflejan una dependencia total de las entidades de crédito y de la emisión de deuda para obtener financiación, constituyendo el pasivo exigible más del cien por cien de los recursos financieros. Así, la deuda por cada castellano y leonés pasó de 6.051 euros en 2019 a 6.233 en 2020.

El 99 por ciento de los ingresos recibidos son transferencias corrientes procedentes de la Administración del Estado. Los ingresos procedentes del fondo covid ascienden a 843 millones y suponen más del 90 por ciento de los fondos recibidos para combatir la pandemia.

Por todo ello, el aumento del gasto en 2020 asciende a 1.468 millones, por lo que el gasto certificado imputado a la pandemia representa el 31% de dicho incremento.