El de los otorrinos ha sido uno más de los colectivos sanitarios en primera línea por la pandemia  que se suma a ese elenco de héroes sin capa con una tarea vital, en su caso la práctica de traqueotomías a pacientes que fueron ingresando en la UCI y necesitaban ser intubados y ventilados. El servicio de Otorrinalaringología  lo integran ocho médicos que -salvo en el período inicial de la pandemia con servicios reducidos- ha mantenido las consultas presenciales y la cirugía relacionada con su especialidad y los casos urgentes de oncología.

«La gran ocupación hospitalaria ante algo desconocido frenó el trabajo hospitalario habitual en gran medida, salvo las intervenciones quirúrgicas por cánceres de laringe o cuello», expone José Escapa, jefe del Servicio de Ortorrinolaringología del Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa).

Los otorrinos tampoco dejaron de atender un servicio que prestan relacionado con la lactancia de los recién nacidos. «Hay bebés que tienen el frenillo lingual corto y presentan problemas para deglutir y los tratamos», señala, además de mantener el estudio de detección precoz de hipocausia (sordera parcial).

En la etapa más complicada del coronavirus, los especialistas también apoyaron otras tareas hospitalarias. «Estuvimos en el triaje, donde miembros de todos los servicios médicos clasificaban a los enfermos con o sin coronavirus que llegaban», agrega.

Una vez retomada la normalidad en consultas presenciales, aunque no se dejaron de realizar del todo y se sumaron a las telemáticas, los otorrinos han recibido derivaciones de pacientes con secuelas postcovid y patologías relacionadas con su especialidad médica en el hospital. «Además de las consultas normales están las de muchos pacientes que han pasado el coronavirus. Las más comunes se refieren a la anosmía (pérdida de olfato brusca) y alteraciones del gusto, junto a la rinorrea (un exceso de mucosidad en la cavidad nasal) faríngeas con molestias en la garganta, y personas que presentan una pérdida auditiva o tienen vértigos», explica José Escapa.

En esta línea, precisa que en el servicio que dirige, en continuo contacto con la dirección del hospital, todo está bien organizado y  se hacen también operaciones de otorrinolaringología a pacientes que tienen Covid en un quirófano específico con las medidas de seguridad y equipos de protección adecuados.

Pese a la dura pandemia, el veterano facultativo, que sobrepasa  la edad de jubilación, no tiene intención de abandonar la profesión. «Me gusta estar en el hospital y ayudar a los compañeros y la vocación es lo que te mantiene activo», esgrime.

traqueotomías. Como añadido, desde el Servicio de Ortorrinolaringología, cuando la UCIse fue llenando de pacientes, muchos fueron necesitando traqueotomías y se organizó un equipo de cirujanos.

El doctor Ignacio Alonso fue uno de ellos. «La traqueotomía es ahora mucho más de lo habitual por los pacientes con Covid y las intubaciones prolongadas. Con ella pueden manejar la musculatura ventilatoria y respirar hasta ser extubados. En este proceso se abre la vía respiratoria a través del cuello y de la incisión cervical y resulta altamente contagioso al aumentar las partículas virales en el ambiente. La precaución sin descuidar el uso de la mascarilla, pantallas y los equipos necesarios (EPIS) han  evitado infecciones en  nuestro servicio. Al principio la situación te estresaba pero con la protección adecuada y el tiempo todo se fue normalizando», relata.