La víctima de la calle Valverde murió por inhalación de humo

Alberto Abascal
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El informe preliminar del equipo forense tras realizar la autopsia considera que el óbito fue accidental, aunque falta conocer el resto de las pruebas analíticas

Imagen de la calle Valverde de la capital donde se produjo el trágico siniestro. - Foto: Sara Muniosguren

El equipo forense determinó ayer, de manera preliminar tras realizar la autopsia, que la muerte de B.V.S., de 41 años, en su vivienda situada en el número 3 de la calle Valverde de la capital este martes se produjo como consecuencia de una intoxicación por inhalación de humo, tras declararse un incendio en el interior por causas que aún se desconocen oficialmente, según informaron a Diario Palentino fuentes de la investigación.

Asimismo, los facultativos mantienen que el óbito fue accidental, aunque hay que esperar aún los resultados de los análisis de las muestras obtenidas en el cuerpo para completar el informe final, que será remitido al juzgado correspondiente.

El cuerpo sin vida de la víctima fue hallado en el interior de una habitación y, tal y como informaron a este periódico fuentes de la investigación, la principal hipótesis que se baraja todavía es que el incendio pudo ser accidental, posiblemente por culpa de una colilla que prendió en el salón y que provocó una intensa humareda. 

En base a esta hipótesis, la Policía Judicial intuye que la mujer, que se encontraba en el interior de una habitación, no tuvo tiempo de abrir las ventanas, probablemente porque se encontraba dormida, y fue víctima de una intoxicación por el humo acumulado. 

MUERTE EN AGUILAR. El siniestro mortal por incendio de la calle Valverde es el segundo de estas características contabilizado en la provincia en el presente año. El día 1 de julio se conoció que una mujer, identificada como Belén, falleció como consecuencia de un fuego registrado en su casa ubicada en la calle Mártires de Aguilar.

El suceso, según el Servicio de Emergencias 112 Castilla y León, tuvo lugar sobre las 3,50 horas del 1 de julio, cuando una llamada alertó de que salía mucho humo de la vivienda. Además, los comunicantes indicaron que no podían acceder al interior y que la mujer que vivía en ella no había salido a la calle.

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