Ortega Lara condena el nazismo y el comunismo

Rubén Abad
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El burgalés defiende la vida, la libertad y la propiedad como los valores del futuro. Su charla sirve como presentación oficial del Club de Opinión Criterio

Ortega Lara condena el nazismo y el comunismo - Foto: Óscar Navarro

José Antonio Ortega Lara, el burgalés que mantuvo secuestrado la banda terrorista ETA en un diminuto zulo durante 532 interminables días, condenó ayer en su visita a la capital el nazismo y el comunismo en una conferencia en la que defendió «una sociedad de personas responsables y libres».


Ante un nutrido grupo de palentinos, Ortega Lara hizo referencia en su charla a los inicios de la civilización y la sociedad occidental, remontándose hasta la época de la Grecia y Roma Antigua, período histórico «del que proceden los valores que han primado hasta la ilustración y el racionalismo».


Hizo un repaso también a cómo ha cambiado la sociedad desde entones, especialmente desde el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y cuáles han de ser, a su juicio, los valores del futuro. Según expresó, estos deben cimentarse en torno a tres pilares: la vida, la libertad y la propiedad, entendidos «no solo como derechos, también como obligaciones de todos los ciudadanos». Abordó, igualmente, el fenómeno de la globalización como intento de diluir los estados-nación e hizo algunas referencias a los jóvenes.


CLUB DE OPINIÓN

La conferencia de José Antonio Ortega Lara sirvió como carta de presentación en la ciudad del Club de Opinión Criterio, que dijo de su primer invitado que es «un referente de la lucha por la libertad, por la supervivencia, por los valores y por la democracia».


«Su figura se ha convertido en ejemplo de humildad, pese a protagonizar una de las acciones más dramáticas de la banda terrorista ETA», concretaron los responsables de Criterio. «Él, como tantas miles de víctimas de la organización de asesinos, reclama dignidad y justicia, en un momento especialmente sensible para este colectivo, con el acercamiento de presos a cárceles del País Vasco y la delegación de competencias de instituciones penitenciarias del Estado al Gobierno Vasco», concluyeron.