Josep Maria Ribas i Prous, fotógrafo galardonado con el X Premio Nacional Piedad Isla, especializado en la modalidad argéntica (monocroma, blanco y negro), inauguró ayer en el centro cultural provincial exposición. Una muestra para la que, según explicó, ha seleccionado «a lo largo de muchas horas de tiempos pandémicos algunas visiones representativas de mis miradas al entorno de la mujer», dedicándola como «homenaje» a la «gran» fotógrafa y etnógrafa palentina, de cuyo fallecimiento se cumplirá el próximo 6 de noviembre el duodécimo aniversario.

«Al rebasar los 80 años llega el momento de hacer balance y, en este caso, he preferido ofrecer mi particular visión sobre mi vida y mi obra, en pésima interpretación de filosofía Orteguiana, parodiando, humilde y erróneamente, aquello del soy yo y mis circunstancias»,  afirmó durante la presentación de la  exposición. Esta, que puede visitarse hasta el 24 noviembre, reúne  84 imágenes.

«La dichosa pandemia motivó que, confinados en nuestra vivienda en la comarca del Priorato de  Tarragona, al lado de mi esposa me decidí a examinar, pacientemente, por primera vez, unos 800 paquetes que contenían páginas sueltas de periódicos, revistas, anuarios y libros sobre mis trabajos desde los años 50 hasta la actualidad. Su peso supera los 15.000 kilos», comentó. «Los papeles daban fe a una locura, incluso para mí inexplicable. Más de 1.000 primeros premios de fotografía y otros 2.000 a partir de segundos, más de más de 300 talleres que comprendían más de 800 diversas clases de formación; más  de medio centenar de grandes exposiciones itinerantes en Europa»,  manifestó.

Su intervención resultó ser una incursión en sus antecedentes,  historia y circunstancias familiares. En el «plano del arte» recordó su participación en los talleres del «idealista y místico artista» Modesto Gené. «Con mi pequeña cámara y una fotografía agradable sobre una niña de Primera Comunión, presente en esta exposición, obtengo más de un centenar de premios,  y con su producto compro una gran Rolleiflex 2,8-F. Así da comienzo mi vida fotográfica», señaló. Con sus palabras quiso poner de manifiesto «algunos de los muchos conflictos y desafíos vividos».

inconfundible.  De estilo inconfundible, se le considera un mito viviente de la fotografía española. Sus imágenes con grano, sus virajes al selenio y al oro, la genial Serie azul de desnudos de mediados de los 80 del pasado siglo, el hiperrealismo de sus bodegones y paisajes, y el gestualismo de sus obras más recientes, así como la ambientación de sus retratos e interiores, con pleno dominio de las luces y texturas, han creado escuela en numerosos fotógrafos del país, generando una estela de seguidores.

Entre los temas de su obra destaca el desnudo artístico, con una  importante presencia en la muestra inaugurada ayer,  que también  incluye sus más recientes creaciones dentro de la modalidad de la fotografía estenopeica (pinhole), realizadas en 2020-2021.