Subir o bajar del Cristo del Otero va a dejar de ser en los próximos días una lóbrega experiencia gracias a la iluminación que facilitarán las 35 farolas instaladas por la empresa Electricidad Pascual de Diego (ELPA) en los casi 700 metros de camino que conducen a la contemplación de la obra de Victorio Macho.
Después de tres meses de trabajo, los técnicos de la firma ultiman las conexiones «y en pocos días se podrán encender», según confirmó ayer el concejal de Obras, Facundo Pelayo. El Ayuntamiento ha invertido un total de 163.995 euros en esta mejora, financiados con fondos de la Estrategia para el Desarrollo Urbano Sostenible Integrado.
Los aproximadamente 700 menos de carretera que dan acceso al Museo de Victorio Macho quedarán por fin iluminados por un total de 35 farolas con luminarias tipo led de bajo consumo y que estarán telecontroladas punto a punto, es decir, el Ayuntamiento podrá supervisar tanto el encendido y apagado de cada una de ellas, como la intensidad a la que tienen que lucir.
Esta tecnología permitirá un ahorro energético que redundará en un importante ahorro económico. El Ayuntamiento calcula que las farolas lucirán unas 4.300 horas al año. Utilizar tecnología led permitirá reducir a un tercio el consumo de energía, de los 19.840,95 kWh que necesitan las lámparas tradicionales a los 6.613,65 kWh de las instaladas.
Dicho de otra forma, el Consistorio se ahorrará casi 3.000 euros al año en energía y mantenimiento por haber optado por esta tecnologías, ya que reduce la factura de los 4.552 euros que cuestan las farolas tradicionales a 1.578,22 euros.
La canalización entre el cuadro eléctrico ubicado en los depósitos del agua hasta los mismos pies de la obra de Victorio Macho se ha realizado siempre por el lado de la calzada más cercano a la vegetación, de forma que se disimula la presencia de las 37 farolas que jalonan el recorrido y, sobre todo, minoran el impacto visual y la contaminación lumínica para con el Cristo del Otero.
Las nuevas luminarias disponen de un plazo de garantía de 10 años, al igual que el servicio de telegestión que determinará a qué intensidad deben lucir.
A 4,5 metros de altura para proteger la obra
El Cristo del Otero es un referente monumental de la ciudad y, por lo tanto, está protegido por la Junta de Castilla y Len, que escudriña con atención cualquier actuación que pueda dañarlo. Así ocurrió con la primera propuesta de iluminación que quiso llevar a cabo el Consistorio, a la que la administración regional puso pegas, exigiendo cambios. El Ayuntamiento no tuvo más remedio que acceder a esta solicitud y redujo la altura de las farolas de 5 a 4,5 metros, y, sobre todo, acordó que la ubicación del alumbrado se ejecutará de forma que no se produzca contaminación lumínica y que la temperatura de color de las luces será la adecuada para evitar los efectos adversos de las ondas lumínicas del espectro azul.