«Nosotros nos quedamos. Apostamos por las zonas rurales». Esa fue la promesa que vecinos y Ayuntamiento de Velilla del Río Carrión obtuvieron del banco Santander tras al cierre en marzo de Unicaja Banco, según aseguró ayer la alcaldesa, Belinda Mencía.
Sin embargo, está ocurriendo algo muy distinto. Y es que, según advierten desde el Consistorio, «desde hace más de dos meses y sin previo aviso, el agente colaborador que gestionaba la entidad bancaria se ha marchado y, por ende, cerrado la oficina».
Mencía califica de «intolerable» que un municipio con seis núcleos de población y 1.200 habitantes «no cuente con una sucursal bancaria en un momento en el que en teoría se está luchando por frenar la despoblación en las zonas rurales».
Por ello, la regidora urge una «rápida solución» a este problema que «está creando graves inconvenientes» a una población que se ha quedado sin sucursales en menos de medio año.