«Queridos amigos, la función llegó a su fin. Más de 32 años hace ya desde la creación de aquel restaurante, Casa Lucio, un largo periplo en el que nos habéis regalado vuestro cariño y reconocimiento todos los días en torno a ese cruce de caminos que es los Cuatro Cantones. Pero igual que todo tiene un comienzo también un día llega el final. Es el momento de la retirada, de pensar en descansar y de dejar paso a una generación de hoy en día». Con estas palabras se ha querido despedir Lucio Pastor, gerente de Casa Lucio, que acaba de jubilarse.
«La idea es encontrar un traspaso. Los trabajadores (entre siete y ocho, que se ampliaba a los 12 en fines de semana) ya lo saben desde el día 12 y es que mi hijo no quiere seguir porque su perspectiva es de un negocio más pequeño», apuntó ayer en declaraciones a Diario Palentino Lucio Pastor.
«Desde aquí, quiero ofrecer un sincero agradecimiento a todos los palentinos y visitantes de todas las partes del mundo, que siempre han tenido a nuestro establecimiento como un punto de encuentro, un referente en la hostelería de nuestra ciudad. Me marcho con la certeza de que la gente aquí ha comido y bebido bien, y, sobretodo, ha sido feliz. De eso es de lo que me siento más orgulloso. También agradezco el esfuerzo y, a veces, también la paciencia de todos los trabajadores que a lo largo de estos años han pasado por nuestra casa. De todos ellos guardo un grato recuerdo, y, sobretodo, mucho aprendizaje, que al fin y al cabo es lo que da sentido a la vida», apuntaba públicamente el responsable de uno de los establecimientos gastronómicos más conocidos de la provincia.
«Por último, no puedo olvidarme de mi familia, comenzando por mi esposa Auri, fiel compañera siempre desde los inicios, que de manera callada pero eficiente ha estado en primera línea desde el principio hasta el final, al igual que mis hijos, Borja y Lorena, que aprendieron desde muy pequeños el significado del esfuerzo, y de este apasionante oficio. Hoy, ambos se llevan para siempre un legado intangible pero extraordinario, los valores que ambos se han forjado son inquebrantables y marcarán el camino en sus vidas. Gracias amigos, nos vamos, sonó la campana, pero el show debe continuar, larga vida a la hostelería palentina, nos vemos en los bares!», añadía.
Cabe recordar que Casa Lucio cambió de ubicación a finales de 2015. El que había sido hasta ese momento el restaurante de Lucio Pastor los últimos 27 años, se cambió a otro local de la calle Don Sancho, justo enfrente del anterior establecimiento. «Con sensaciones raras», reconocía Lucio Pastor en aquel momento, «Ilusionado teniendo en cuenta que es uno de los clásicos negocios y más antiguos de Palencia sin haber cambiado de dirección».
«En el nuevo local hay más espacio para trabajar el tapeo», subrayaba Pastor, aunque mantuvo su apuesta por el restaurante «en la línea en la que estamos trabajando ahora porque los resultados son satisfactorio», añadía el restaurador.
Lucio Pastor aseguraba que lo mejor de estos años en el popular restaurante palentino «ha sido poder estar con mis hijos y mi mujer que son los que de verdad te hacen compañía y te animan a seguir adelante». Ahora, acaba de llegar una jubilación más que merecida.