Pues respirando verano por los cuatro costados, como cumple por este tiempo, y a punto de entrar en julio, el personal andará por encima de todo buscando lugares diferentes, ajustando fechas y ultimando los detalles para su particular período de vacaciones; algo habitual en estos días.
Pero no obstante, y en tanto en cuanto llega esa fecha de partida –de la de regreso ni se la advierte aún en el devenir de los días-, todavía hay tiempo para, en nuestro ámbito más local o provincial, poder asistir a algunos de los muchos actos culturales que, coincidiendo con este período, se vienen programando a todo lo largo y ancho de la provincia, con la capital incluida.
Actos que cada año se prodigan en mayor número, suscitando el interés de cada vez más personas, que se dejan llevar por las historias que se narran, las tradiciones que se evocan o la reconstrucción de un momento del pasado que dio un gran realce a la localidad que lo conmemora y que desconocían por completo. 
Y aquí en Palencia, en concreto, aparte de algunas novedades en este sentido que se vienen anunciando, lo que sí ha sorprendido y mucho, gratamente por cierto a propios y extraños en estos últimos días, ha sido el ver pregonada turísticamente nuestra capital a través de un microbús eléctrico con locución informativa y capacidad para trece personas, que realiza recorridos turísticos por el casco histórico de la ciudad en horarios de mañana y tarde de una hora de duración –y así estará durante todo este verano y hasta el 15 de septiembre-; con parada en algunos lugares emblemáticos como son la catedral, dada su monumentalidad y riqueza artística y el Museo del Agua, con lo que se pone en relevancia también los puentes de la ciudad que cruzan el río Carrión.
Y ha sorprendido porque, en efecto, ha resultado toda una novedad nunca vista por aquí hasta ahora, en el conjunto de la campaña turística en la que anda involucrado nuestro ayuntamiento capitalino –recordemos también la proyección días pasados de imágenes de nuestro monumental Cristo en las pantallas de plaza de Callao de Madrid-, y que ambientará la ciudad durante la próxima canícula, con la esperada llegada de turistas.