El grupo textil gallego Inditex, propiedad del empresario Amancio Ortega, comunicó esta semana el cierre de su tienda Oysho en la capital para el próximo 31 de julio, fecha en la que cesarán su actividad seis trabajadoras fijas y una de apoyo. El cierre se añade al de los establecimientos de moda Bershka y Zara, e Inditex solo mantendrá Stradivarius y Lefties abiertas dentro de su política de clausura de tiendas físicas y el refuerzo de la venta on line.
Al cierre de Oysho se suma el de Zara el pasado 23 de enero, donde trabajaban 21 personas, y el de Punt Roma -ambas en la calle Mayor- que bajó sus persianas el 26 de febrero con la pérdida de cuatro empleos. También cerró su tienda la cadena portuguesa Worten en el parque comercial Arambol el 18 de febrero, a punto de cumplir diez años de servicio, cesando su actividad una plantilla de diez personas.
Además, la cadena de moda H&M negocia un ERE que podría reducir cuatro de sus 17 empleos. Hoy, de 12 a 13 horas, hay una concentración de protesta y una convocatoria de huelga de 24 horas los días 20 y 21 si la empresa no cede en los cierres y despidos previstos.
BROTE VERDE. El único brote verde que se puede vislumbrar en la capital a medio plazo después de tanta noticia negativa es la idea surgida entre una treintena de profesionales del comercio de la capital que estarían dispuestos a relanzar el sector en los locales que ocupaba Zara en la calle Mayor, que suponen unos 2.800 metros cuadrados de superficie.
«Tenemos que conseguir relanzar el comercio de la ciudad con propuestas atractivas. En este caso, estaríamos hablando de un minicentro comercial que pudiera aglutinar a todos los gremios, pero esta idea necesita de la implicación de todos; es decir, la clase política, la empresarial y la económica», apunta a Diario Palentino el presidente de ATA de Castilla y León, Domiciano Curiel.
INICIATIVAS. El máximo responsable de la principal organización de autónomos regional también lanza una propuesta complementaria con el objetivo de relanzar el sector: «Se deben proponer ayudas o subvenciones para que emprendedores de fuera pudieran establecerse aquí. Esta sinergia favorecería al tejido productivo de Palencia».
Domiciano Curiel mantiene que, dada la actual coyuntura social y económica de la capital y de la provincia, «los parlamentarios nacionales, indistintamente del color político, tienen que tomar medidas o iniciativas porque estamos sufriendo una auténtica sangría, especialmente en el comercio y esto no tiene buena pinta de cara al futuro si no se remedia».