Fuerza y sensibilidad. Organizada por el Ayuntamiento de Osorno con la colaboración de la Asociación Las Cabañas de Castilla se celebró ayer una exitosa II Jornada del Medievo en la campa junto al castillo, excepcional entorno en el que los asistentes pudieron disfrutar en horario de mañana y tarde de exhibiciones, tanto de lucha medieval, un deporte de contacto, como de danza, además de un concurso de trajes.
Los combates, como reconocen los intervinentes, resultan «agotadores» -a pesar de la preparación física-, y es que, aunque no duran más de minuto y medio, «dentro de los cascos uno se axfisia; los equipos -armaduras- pesan entre 25 y 30 kilos, además de las armas y los escudos», afirma José Rodríguez, de la Sala de Armas Carranza.
En los combates se emplean diferentes armas, y en el caso del duelo -lo que ayer se pudo ver- espada corta, que se acompaña siempre de escudo o broquel, y de mano y media. También se mostraron otras armas que se usan en otras modalidades, como la melé -combates entre varios-, donde están permitidas las hachas, las mazas o los bracas. «Ni armaduras ni armas son de fantasía, son reproducciones históricas», explica José Rodríguez.
La exhibición de danza corrió a cargo de Neftis Paloma, con una folía de la primavera, y números de inspiración sefardí, sufí, zíngara, oriental, espadas y de brujas.