élix Herrero, artífice del Museo de la Abeja toda vez que su contenido es material que lleva recopilando desde su infancia, no ocultaba su «alegría» porque después  de «casi dos años montado, felizmente se inaugura». «La idea era instalarlo en mi  pueblo, Buenavista, pero no pudo ser. El alcalde de Castrejón me  ofreció las antiguas escuelas y aquí está», comenta, y añade que existe un proyecto de ampliación, en el que se contempla hacer una reproducción de un colmenar típico de caseta.

El objetivo del museo, concebido con la implicación de la Junta Vecinal de Castrejón y la Asociación de Apicultores del Norte de Palencia, es «dar a conocer el oficio de la apicultura y la importancia de la abeja como el mejor agente para la polinización», explica Herrero, quien subraya la clara vocación didáctica  con la que nace esta dotación, «especiamente dirigida a los escolares» y, en este sentido,  destaca que se han preparado cuadernillos instructivos que incluyen propuestas de actividades. 

En la primera sala destaca La apicultura a través de la filatelia, una exposición en la que se abordan los aspectos más significativos del mundo de las abejas a través de los sellos. En cinco grandes soportes se sitúan 60 cuadros-paneles -con unos 4.000 sellos de 150 países- en los que de una forma directa  se tratan once temas genéricos:  la polinización,  curiosidades apícolas y apicultores célebres, entre otros, divididos en varios capítulos. Alrededor de esta zona central, se muestran unos 300 pines relativos al mundo apícola, ahumadores antiguos y modernos, prensas y diferentes tipos de colmenas antiguas y modernas en miniatura y herramientas del apicultor.

En la segunda sala pueden verse, por ejemplo, diferentes elementos apícolas y una colección de coleópteros y mariposas de todo el mundo; tarros de distintas variedades de miel, jalea real y propóleos; utensilios que utiliza el apicultor como rasquetas, cepillos, levantacuadros y, a  modo de libro transparente, hay una colmena didáctica o de observación. 

En ambas salas el visitante encuentra utensilios y artilugios relacionados con tareas apícolas, como escriños, enjambreras, colmenas de paja y prensas de miel  y cera, entre otros. 

Félix Herrero señala que el Museo de la Abeja abre sus puertas como «museo  vivo», gratuito de momento y con entrada que se gestiona por internet.