El gobierno se levanta temprano, a las diez de festivo, para decirnos que ha sido espiado con el programa Pegasus. Fue una barbaridad, según ellos, que se espiara a la pobre Ayuso por la dirección del PP. Eso que es práctica común por recurrente, en los matrimonios cojos y lo ha sido y será en los partidos, era algo según dijeron fuera de tono. Pero siempre creímos que así convenía a los que lo denunciaban. Sólo sirvió para quitar a Casado, porque el de los pepitones aún anda por ahí. Tiempo después, ha sido otro boom, cosa tremenda, el que espiaran a los miembros del Prucés catalán. Y ahora el 2 de mayo, fecha de guerra de la independencia, el gobierno interrumpe nuestra tranquilidad festiva para decirnos que denuncia a la justicia el espionaje de la Robles y el Sánchez. Y como si fueran niños de colegio denuncian: «Mamá, me espían». En vez de resolverlo calladitos con la Dolores. Lo cuentan para que digamos «Y ¿a mí qué? ¡Mandad motoristas como Franco! Arregladlo vosotros, o creéis que ¿nosotros, simples ciudadanos, vamos a solucionar algo?». El estado se infantiliza y recurre a la mami: me pegan, me copian, me espían. Profesora, éste me mira. Nunca pensé que el grado de infantilismo del gobierno fuera capaz de acibar la fiesta para anunciarte que le espían. Los espiados del Prucés lo resuelven ellos y no llaman a la ciudadanía. Los catalanes se han negado a apoyar al gobierno, ellos solos lo resuelven, consiguen pecunio. El gobierno, colegial melifluo, no es capaz de enderezar el entuerto sin victimizarse. Acusica Barrabás. Lo cuenta para que veamos lo malos que son con él.  Realmente, fuerza nuestra mirada para que dirijamos nuestra atención a otro lado. Conclusión: mal lo está viendo Moncloa. Algo no cuenta. Qué pueden haber espiado de Sánchez, vacío de trascendencia, sino alguna cuita amorosa. Lineal en la previsibilidad de acciones enlatadas en la ideología podemita. Razón tiene Magdalena Olona cuando dice: «poco os espían». En vez de estar a comunicar bobadas, arreglad lo del préstamo a las gasolineras, que el carro no anda, se para si no se le engrasa. Ah y pedid Pelargón, os ayudará a crecer.