Indignación y quejas en torno a la ITA 2022

Julia Rodríguez
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Jóvenes palentinos muestran su enfado en las redes sociales tras quedarse sin entradas

Indignación y quejas en torno a la ITA 2022 - Foto: Brágimo (ICAL)

Los jóvenes palentinos que tenían previsto adquirir su entrada para la ITA 2022 mostraban ayer públicamente, en las redes sociales, su malestar con la organización del evento.  Muchos de ellos hicieron largas colas en el estadio Nueva Balastera para conseguir su entrada-pulsera. La venta comenzaba a las 16 horas y tres horas antes  ya había gente esperando. La decepción llegó cuando en media hora ya se habían agotado y muchos se quedaron sin ellas.


El miércoles habían vendido en La Yutera 4.200 entradas los alumnos de Ingenierías Agrarias a los estudiantes del campus de Palencia, exclusivamente. Este año la empresa que aporta el apoyo fiscal y la cobertura con los viajes, transporte en autobús y limpieza es Meneo, que se ha quedado con un 30% de las entradas del total, 10.000, para vender a Burgos, Valladolid, Salamanca, León, Zamora, Segovia, Madrid y Cantabria, en un pack de viajes (bus+entrada). El coste de la entrada era de 10 euros€ y el pack dependiendo de la localidad rondaba entre los 25 y 35 euros. Solo se permitía 5 por persona para evitar la reventa, aunque como ya se sabe de anteriores ediciones, aún siendo ilegal, siempre se ha hecho. Por lo tanto solo quedaron 2.800 entradas para vender en la Balastera. 


Están enfadados porque piensan que es un evento realizado en Palencia y se ha priorizado la venta en otras localidades, «Es vergonzoso que sea una fiesta hecha en nuestra ciudad año tras año, y que la gente de aquí y sus propios djs se queden sin estar y sin entradas en menos de una hora», «igual que habéis organizado en tiempo récord este business que os habéis marcado, podríais ampliar el aforo para que los palentinos disfruten», «la ITA era uno de los eventos más importantes para los palentinos, nos juntábamos todos y veíamos a un montón de gente que no  vemos el resto del año», «no creo que reste que venga gente de fuera y es lícito querer lucrarse, pero que casi la mitad de gente que tiene entrada sea de fuera y cientos de palentinos se queden sin entradas es vergonzoso». Estas eran algunas de las publicaciones que rondaban por las redes tras el malestar generado.


Además días antes ya habían mostrado su disconformidad con las confirmaciones de los djs que participan en el evento.«Es verdad que son grandes djs, pero que los palentinos que están todos los fines de semanas en bares de Palencia pinchando se queden fuera es increíble, tampoco queremos que solo sean de Palencia pero se debería darles prioridad».


Organizadores. El director de la empresa Meneo, Ernesto Porras, aseguró que «no se han producido variaciones en los porcentajes con otras ediciones, pero se ha registrado una demanda muy alta tanto en Palencia como en el resto de ciudades». Ante las críticas por acabarse en media hora en venta física, dejó claro que «Palencia tenía asignadas 7.000 entradas, de las que 4.200 se vendieron de forma exclusiva para los alumnos del campus», por ello rechazó las acusaciones de que se haya dado prioridad a asistentes de fuera de Palencia antes que a los propios palentinos, al actuar «de la misma forma que siempre», recalcó.Los estudiantes de Ingenierías Agrarias, organizadores del evento, piensan que es culpa de la pandemia el ansia por conseguirlas y que la organización ha sido la misma que otros años. Además destacan que están cumpliendo la normativa y quieren garantizar la seguridad de los asistentes. Esto no lo entienden muchos afectados porque si las entradas son las mismas, la organización es igual y ganas siempre hay, algo no cuadra. 


Una fuente conocedora de la organización explica que «el problema ha llegado cuando la empresa  Meneo ha subido a las redes sociales la venta de las entradas en el campus y mucha gente de Valladolid y que no estudia aquí han estado comprándolas cuando solo eran para los estudiantes de Palencia». Además añade que «en algunas carreras no ha habido listas para comprobar que estudiaban aquí y muchos compraban 5, que era el máximo establecido por persona, y luego volvían a por más».