El campo tomará la calle el viernes por los costes productivos

Rubén Abad
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Asaja, UPA y COAG irán de la mano en la gran manifestación convocada a nivel autonómico en Valladolid. Los precios se han triplicado y cultivar una hectárea de cereal cuesta ahora mil euros

El campo tomará la calle el viernes por los costes productivos - Foto: Sara Muniosguren

Si el campo no produce, la ciudad no come. Esta es la consigna bajo la cual las organizaciones agrarias Asaja, UPAy COAG tomarán las calles de Valladolid este mismo viernes para denunciar unos «desorbitados» costes de producción que ahogan al sector primario.

La protesta, en la que participarán las nueve provincias del conjunto de la comunidad, tendrá lugar a las 11,30 horas y discurrirá entre la Delegación del Gobierno en Castilla y León y la sede de la Consejería de Agricultura. Allí se espera la participación de decenas de palentinos, que se desplazarán hasta la ciudad del Pisuerga en los autobuses fletados por las opas con salida desde Cervera de Pisuerga, Saldaña y  la capital. Otros muchos optarán por completar el viaje en vehículos particulares.

La movilización llega en un momento especialmente crucial para el campo, a las puertas de una sementera que corre «peligro» por los elevados precios de las materias primas empleadas, que se han duplicado e incluso triplicado respecto a campañas anteriores.

Según los datos facilitados por las opas, en los últimos doce meses los piensos se han encarecido un 39 por ciento, el gasóleo un 74 por ciento, la factura de la electricidad un 334 por ciento, los fertilizantes entre un 100 y un 200 por ciento, la maquinaria un 19 por ciento, los fitosanitarios un 48 por ciento y los costes salariales, en las explotaciones que precisan de empleados, un 30 por ciento.

El ejemplo de este aumento en los costes que deben afrontar los agricultores y ganaderos palentinos lo ponía el presidente de Asaja Palencia, José Luis Marcos, quien explicó ayer que «sembrar una hectárea de cereal cuesta ahora en torno a los 1.000-1.200 euros», frente a los 500 de 2020. Es dinero que el sector tiene que adelantar y, después, «esperar a que llueva o no lo haga y a que se dé un buen año».

Asimismo, Marcos pidió que se ponga en funcionamiento la Ley de la Cadena Alimentaria a la vez que tachó de «injusto» topar los precios de los productos del campo como los huevos o la leche, «cuando los abonos, los fertilizantes y los herbicidas están subiendo de manera descomunal».

Todo el sector se ha visto perjudicado por esta subida de precios, si bien entre los más damnificados se encuentran los ganaderos en extensivo, concentrados principalmente en la Montaña Palentina. Según expuso el coordinador provincial de UPA, Blas Donis, estos han de «comprar toda la alimentación». «Lo están pasando muy mal, especialmente los que producen carne», recalcó.

Esta situación, sentenció, repercute directamente en los consumidores y en el precio de la cesta de la compra. Sin embargo, subrayó que el campo «no es el culpable» y recordó que muchos agricultores «producen a pérdidas». «Lo que nos está matando son los precios elevados, estamos comprando prácticamente al doble», aclaró.

Asimismo, reclamó ayudas desde las administraciones autonómica y estatal para que este aumento de los precios no repercuta en el bolsillo del consumidor con medidas como la reducción del IVA o la revisión de otros impuestos.

DE MAL EN PEOR

El máximo responsable de COAGen Palencia, David Tejerina, calificó la actual situación de «crítica» y «nunca antes conocida por el sector». Y es que si el pasado 20 de marzo, fecha en la que se celebró la gran manifestación del campo en Madrid, el escenario era ya de por sí complicado, este ha ido a peor a raíz de la guerra en Ucrania y la sequía, que se tradujo en «importantes pérdidas» en regadíos, cereal y forraje. 

«Se ha producido la tormenta perfecta», dijo sobre una situación que produce «desamparo, desasosiego y ansiedad» al campo. No solo eso, se «pone en peligro» la viabilidad de muchas explotaciones y puede darse una posible situación de desabastecimiento.

Frente a este panorama incierto, COAG reclama ayudas directas de hasta 25.000 euros por explotación para los agricultores a título principal, bonificaciones fiscales, cumplimiento de la cadena alimentaria, control riguroso de la fauna salvaje y que no se demonice al sector.