Fenavin, la feria de los 50 millones

R.CH.
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La mayor feria monográfica del vino español que se celebra en el mundo cierra hoy sus puertas con la intención de superar las cifras de negocio de 2019 en un momento de recuperación de los mercados tras la pandemia del COVID

Fenavin, la feria de los 50 millones - Foto: Casa de S.M. el Rey

El vino español vive un momento histórico: fue el que más creció en volumen de ventas en el pasado año 2021 y superó al italiano como el más comercializado a nivel mundial. «Está de moda», incidía hace unos días el presidente de la Feria Nacional del Vino (Fenavin), José Manuel Caballero, como prólogo a una edición que hoy llega a su fin con el reto de alcanzar y superar las cifras de negocio de la última cita, la de 2019, cuando las estimaciones de la organización situaron en torno a los 50 millones de euros el dinero que movió la compra y venta de vino en Ciudad Real hace tres años.

«Todo lo que sea superar esa cifra será un éxito», apuntan en la organización de un evento que ha reunido durante tres días a unos 18.000 compradores, 3.700 de ellos extranjeros, con casi 2.000 bodegas que completan ocho pabellones del recinto ferial, con una superficie expositiva que supera los 30.000 metros cuadrados. Todo centrado en el vino español.

El optimismo se respira en la feria que inauguró el rey Felipe VI. A falta de los datos que se ofrezcan hoy, solo en las primeras cuatro horas de Fenavin ya se habían cerrado más de 10.500 citas comerciales en torno a un sector que genera en España un negocio de 2.900 millones de euros solo en ventas al extranjero, unas cifras que rozan los 350 millones de euros en Ciudad Real, el segundo territorio que más vino español vende fuera, solo por detrás de Barcelona, liderando mercados como el francés, el italiano o el chino.

Fenavin, la feria de los 50 millonesFenavin, la feria de los 50 millones - Foto: Rueda VillaverdeEste año la apuesta ha pasado por extender las posibilidades de negocio a zonas de Sudamérica, África o el norte de Europa tras el parón que ha supuesto la pandemia en mercados asiáticos, tradicionalmente bien posicionados en esta feria, o la guerra de Ucrania, que ha cerrado las puertas del mercado ruso. Espumosos y vinos tranquilos envasados facturaron más que nunca en el año 2021, tras ser los que más sufrieron durante la crisis de 2020. El bag-in-box, vino que mejor se comportó durante la pandemia, fue el único que cayó en litros, aunque su precio sube, destaca el Observatorio Español del Mercado del Vino. Crece el comercio de granel, pero a precios más bajos que reducen su valor. La caída registrada en 2020 fue parecida a la sufrida en la anterior crisis mundial de 2009, aunque en este caso la recuperación ha sido mucho mayor: de hecho, el comercio mundial de vino no sólo recuperó en 2021 lo que perdió en 2020, sino que registró un gran crecimiento como tal. Es en ese contexto donde Fenavin apuesta todo por el negocio. Este año, la Feria Nacional del Vino ha ampliado y mejorado la experiencia entre compradores y expositores con encuentros de 30 minutos para catar vinos y cerrar acuerdos. Este sistema es la principal novedad de la XI edición, con el que Fenavin ha reforzado la eficacia de sus herramientas profesionales para ayudar a incrementar el peso del sector del vino en la economía ciudadrealeña, donde supone el 13% de la riqueza que se genera, explican desde la organización de Fenavin, la única gran feria del vino que se celebra en Europa en una zona productora, a diferencia de los otros gigantes como ProWein, Vinitaly, la London Wine Fair o Wine París y Vinexpo.

El Centro de Negocios es uno de los instrumentos mejor valorados por los importadores extranjeros que visitan cada año la muestra. Un espacio en el que se les proporciona a los compradores toda la información y documentación necesaria tanto a nivel logístico como sobre las casi 2.000 bodegas participantes. «Un lugar cómodo de trabajo en medio del frenesí de tres intensos días de feria, pensado para que los compradores puedan centrarse en los productos españoles sin distracciones», presume la organización que tiene la mayor sala de catas del mundo, la llamada Galería del Vino, donde más de 1.500 tipos de vinos permanecen expuestos en 28 expositores en hilera, con capacidad para una veintena de referencias cada uno. «Un lugar ideal» para probar y catar y cerrar negocios.