Vía crucis cuaresmal

J.B.I
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Las tallas del Cristo de la Vera Cruz, que cumple 500 años, y la Virgen de la Quinta Angustia se juntaron en la calle Mayor, recorrieron la ciudad y culminaron su salida extraordinaria en la catedral

Vía crucis cuaresmal - Foto: Sara Muniosguren

El anuncio del camino de la Cuaresma hasta la llegada de la Semana Santa se plasmó ayer con un  vía crucis que contó con la salida extraordinaria del Santísimo Cristo de la Vera Cruz -que pertenece a la cofradía del mismo nombre- coincidiendo  con la conmemoración de los 500 años de la talla, junto a la  imagen de la Virgen de la Quinta Angustia, propiedad de la Real Cofradía del Santo Sepulcro.

Las dos esculturas  procesionaron desde sus sedes en solitario desde las 19 horas para juntarse poco después en la confluncia de la calle de Nicolás Castellanos con la calle Mayor Principal, en las inmediaciones de a la iglesia de San Agustín. Luego recorrieron por espacio de más de una hora distintas arterias del centro de la ciudad para culminar en la plaza de la Inmaculada y acceder a la catedral. A partir de las 20,30 horas se llevaron a cabo en el interior de la seo las distintas estaciones del vía crucis. El obispo, Manuel Herrero, se incorporó a la celebración ya iniciada tras asistir a confirmaciones previstas en parroquias de la ciudad. Finalizado el acto acto religioso cuaresmalel Cristo de la Vera Cruz y la Virgen de la Quinta Angustia procesionaron de nuevo para regresar cada una a su sede.

500 años de la Vera Cruz. La  talla del Santísimo Cristo de la  Vera Cruz, que fue la imagen titular de la cofradía, celebra este año su V centenario. De estilo gótico, con rasgos arcaizantes y con ciertas reminiscencias hispano-flamencas, es la talla -de las que se hicieron ex profeso para la Semana Santa de Palencia-  más antigua de cuantas procesionan, estando documentada su participación procesional desde al menos el año 1524. Con motivo de la celebración de su V centenario, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz recibirá culto durante la Cuaresma en la capilla mayor de la iglesia de San Pablo.

Por su parte, la imagen de Nuestra Señora de La Quinta Angustia es la devoción mariana penitencial más antigua y la talla mariana más veterana de las que se ven en la Semana Santa palentina.

Fue realizada por encargo de la Archicofradía de las Cinco Llagas de Nuestro Padre San Francisco (actual Real Cofradía del Santo Sepulcro) al escultor palentino Antonio de Amusco en 1607. Está inspirada en la imagen homónima tallada por Juan de Juni en torno a 1561 para la Cofradía de las Angustias vallisoletana, teniendo la talla palentina una disposición invertida, esto es, lleva la mano izquierda al pecho en lugar de la derecha, y por tanto la disposición de la imagen.

Es una escultura de madera, policromada, viste camisa blanca, túnica roja ceñida a la cintura con un cinturón dorado y se cubre con manto azul con orla dorada. Encarnación al pulimento y ojos y lágrimas de cristal. Representa a la Virgen María en su quinto dolor o angustia, sedente en una roca del Calvario, contemplando dolorida la agonía y muerte de su hijo Jesús en la cruz.