Durante el pico de la crisis sanitaria, el sector privado atendió a los 25.000 pacientes con coronavirus que el sistema público no pudo absorber, debido al colapso al que tuvo que hacer frente en las comunidades autónomas más afectadas. Así lo asegura el presidente de la Fundación IDIS, Juan Abarca, quien justifica, de este modo, que la sanidad privada ha tenido un papel fundamental en los momentos más críticos de la pandemia, al haberse hecho cargo en sus hospitales de entorno al 20 por ciento del total de casos positivos y sospechosos, incluyendo unos 2.000 pacientes que tuvieron que ingresar en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

Abarca advierte de que, ambos modelos deben convivir y colaborar entre sí, ya que considera «un hecho objetivo» que «el sistema sanitario público no es capaz de absorber la demanda de la sociedad por sus propios medios». Asegura que esta afirmación se ha tornado «más evidente» durante la crisis y apuesta por «normalizar» la coexistencia de lo público y lo privado para rebajar la crispación. 

La Fundación respalda sus declaraciones con los resultados de su último informe Sanidad privada, aportando valor, en el que se desprende que el sector privado ayuda a disminuir el gasto y la presión asistencial del Sistema Nacional de Salud. Según informan, existen 8,7 millones de personas en España que cuentan con un seguro privado, lo que representa para las arcas del Estado un ahorro mínimo de casi 5.000 millones de euros. En lo que respecta a la actividad sanitaria, destacan que en el año 2017 los hospitales privados albergaron el 30,5 por ciento de las intervenciones quirúrgicas, registraron el 23,5 por ciento de las altas y en ellos se atendió el 24,5 por ciento de las urgencias.