El 95% de los pueblos ya tiene contratadas sus orquestas

Rubén Abad
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El precio oscila entre los 3.500 y los 12.000 euros, según las fechas y el caché. La temporada festiva se concentra entre mayo y octubre, con «10 o 15 días buenos»

El 95% de los pueblos ya tiene contratadas sus orquestas

Las de este verano serán las primeras fiestas de la postpandemia, esas que los pueblos recordarán en el futuro como las de la recuperación de la normalidad tras dos durísimos años marcados por una crisis sanitaria que se ha cebado especialmente con el medio rural, donde la población es escasa y muy envejecida.

Ahora toca olvidarse del covid y volver a disfrutar con la buena música de las orquestas, santo y seña de cualquier festejo popular que se precie durante la temporada estival. Un sector que, según comentan los profesionales del gremio, tiene ya cerrado desde hace «más de un mes» el 95 por ciento de los contratos por temor a quedarse sin verbenas.

No obstante, lanzan también un mensaje de tranquilidad para aquellos pueblos cuyas comisiones de festejos anden más rezagadas. «Hay orquestas suficientes para todos», confirma a DP Jesús Lobejón, un histórico en lo que a promoción de espectáculos se refiere desde su empresa Arpalencia.

Un temor «infundado» que ha propiciado que muchos ayuntamientos se apresuraran a cerrar sus contratos con mucha más antelación que de costumbre. Tal ha sido el nivel de previsión de muchos alcaldes y concejales de festejos que las primeras orquestas se firmaron el pasado mes de febrero. ¿El motivo? La incidencia de la covid comenzó a remitir por aquel entonces, y los pueblos no querían unas fiestas tan especiales como las de este 2022 sin música.

PRECIOS AL ALZA

Este temor a quedarse sin música en directo durante las fiestas patronales ha tenido una consecuencia inmediata, la subida de los costes. «La mayoría de ayuntamientos de la provincia se está gastando casi el doble que en años anteriores por el mismo producto», advierte Lobejón, quien asegura que «se está cobrando a precio de oro, porque hay mucha demanda».

El precio de una orquesta de tamaño medio oscila entre los 3.500 y los 12.000 euros, según concretan los ayuntamientos consultados por Diario Palentino. Sin embargo, los precios están «disparados» este verano, comenta Lobejón, quien afirma que «no se puede pagar por cuatro horas 12.000 euros, que es el sueldo del alguacil del pueblo durante todo un año».

No obstante, la de músico o técnico de orquesta es una profesión que dura seis meses en el mejor de los casos, entre mayo y octubre. En esas 24 semanas hay «entre 10 y 15 días buenos», y con esos se han de compensar las fechas más flojas. «En mayo a ver qué orquesta cobraba más de 4.000 euros por una noche», subraya Lobejón.

Según los datos aportados por los profesionales palentinos del mundo del espectáculo, del precio total de una orquesta, el 20 por ciento va a parar a manos de los músicos, el 25 por ciento en el mejor de los casos. El resto de lo que gastan los ayuntamientos se destina a pagar el IVA, la Seguridad Social, el camión-escenario, los efectos, las luces o los desplazamientos del personal.

En cualquier caso, el coste final depende de diversos factores como la fecha, el día de la semana, la demanda y el número de pueblos que celebren sus fiestas en los mismos días. Por ejemplo, no se paga igual por un miércoles de junio que por el 15 de agosto, festividad de Nuestra Señora, que se celebra en numerosas localidades en sus distintas advocaciones: Virgen del Milagro en Villamuriel de Cerrato, Del Castillo en Cervera de Pisuerga, la Asunción en Villalobón y Autilla del Pino, Areños en Velilla del Río Carrión o la Antigua en Fuentes de Valdepero, por citar solo algunos ejemplos.

Esta explosión festiva está estrechamente ligada a la despoblación que está castigando al medio rural en las últimas décadas. Y es que muchos pueblos tenían su patrono fuera de la temporada estival y la han trasladado la fiesta a los meses centrales del verano aprovechando la llegada de veraneantes y la vuelta de los jóvenes, porque el resto del año la población disminuye y, los pocos que quedan, son muy mayores.

PANDEMIA

La pandemia golpeó de lleno al sector de la promoción de espectáculos, que vio sus ingresos reducidos prácticamente a cero durante unos meses que a muchos se les hicieron eternos. No obstante, según aseguran desde el gremio, esto no ha provocado el cierre de orquestas, tal y como se aseguró en las últimas semanas.

Las cifras reales las pone sobre la mesa Lobejón, quien explica que cada año echan el cierre 2,5 orquestas de media, lo que correspondería a cinco durante la crisis sanitaria de la covid. Por lo tanto, y según su exhaustivo conocimiento de la profesión, «los grupos que han desaparecido ha sido por la evolución normal del sector, no por la pandemia». «Se quiere atribuir a la pandemia para subir los precios y para alarmar a la gente», insiste este veterano organizador de espectáculos palentino.

Bien es cierto que muchos artistas de orquesta han aprovechado la coyuntura actual para colgar el micrófono de forma definitiva. Y es que la de cantante y músico de verbena es una profesión «dura», con cientos de kilómetros por delante en cada nueva temporada y unos horarios nocturnos que a muchos les echan para atrás. 

ESPECTÁCULO VS MÚSICA

¿Qué piden ahora los ayuntamientos y los espectadores? La respuesta a esta incógnita la tiene Jesús Lobejón, quien lamenta que la orquesta esté «desvirtuada» y que muchas sean «puro karaoke con dos o tres cantantes, y el resto es grabado».

Estás «carencias» se intentan cubrir, según expone, con  camiones de gran tamaño (los mayores tienen 13,7 metros de longitud), efectos especiales o números de circo. Cuestiones que, a su juicio, «nada tienen que ver con la música, con el baile ni con las verbenas».

«Antes se pedían artistas de verdad que cantaran y tocaran bien; ahora muchos efectos visuales», se lamenta Lobejón, para añadir que «la magnificencia en el mundo de la orquesta es una cosa que se ha metido en la cabeza de mucha gente que quiere lo más grande, lo más potente y lo más espectacular. Ocurre hasta con los castillos hinchables».

Discotecas móviles, alternativa económica

Los pueblos con menor presupuesto para sus fiestas patronales -que suele coincidir con aquellos con un padrón más reducido- tienen un gran aliado para los espectáculos nocturnos en las discotecas móviles, una alternativa bastante más económica que la música en directo. Gracias a esta fórmula, consiguen tener entretenida a la población hasta altas horas de la madrugada -en la mayoría de los casos duran más que las orquestas- a un precio bastante más asequible para ellos.

Una de medio formato ronda los 500 euros -como en las orquestas depende de las fechas- por unas cinco hora de actuación, según los ayuntamientos consultados por este periódico. Las discotecas móviles tampoco han sido ajenas a los cambios, y han evolucionado con el tiempo.

En sus inicios eran poco más que «dos cajones y una persona poniendo discos y ahora hay macrodiscotecas cuyo precio se asemeja al de una orquesta», apuntan los profesionales del sector. «Tienen grandes camiones, cuanto más grandes mejor, con cuatro o cinco bailarines, que llaman mucho la atención», concluyen.