Con el corazón y el alma

C. Centeno
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Javier Molledo acercó 'Los colores del viaje' a su querida Torquemada natal. El Ayuntamiento cerrateño acogía el pasado 17 de septiembre la presentación de este poemario en el que la esperanza recorre una amplia paleta cromática

Con el corazón y el alma - Foto: Sara Muniosguren

No era la primera vez que este piloto de líneas comerciales, ahora prejubilado, daba a conocer sus poemas, puesto que ha participado en diversas lecturas y recitales, pero la presentación del libro Los colores del viaje en Torquemada fue especial. Porque nació allí en 1957, porque aunque lleva muchos años viviendo fuera vuelve al pueblo cada verano, porque sus paisanos le conocen y le estiman, pero sobre todo «por la emotividad y la ilusión de la gente». No esperaba que el Ayuntamiento se llenara de vecinos y no sabía que iba a tocar tanto su fibra sensible.

«En algunos momentos lloraban o se levantaban a aplaudir», comenta. La acogida fue excelente, tanto en lo que a testimonios se refiere, como a venta de ejemplares. Con todo, hay un momento que se le quedó grabado por su intensidad y porque venía a responder a la máxima aspiración de un poeta. «Una señora me dijo que después de leer mis poemas se sentía mejor persona. Es el regalo más grande que me podían hacer».

colores. Más de ochenta poemas se reparten a lo largo de las 178 páginas de este libro, agrupados en capítulos o apartados: El color de la creación, El color de la ausencia, El color del infinito, El color de la eternidad, El color del deseo, El color de la esperanza y El color del espíritu, que se corresponderían con el blanco, el negro, el azul, el amarillo, el rojo, el verde y el violeta, pero trascendiéndolos. Porque todos ellos «están hechos con el corazón y el alma» y porque no son los colores de un pintor, sino «los de la vida», y abordan la alegría, el amor, los caminos, la tragedia del inmigrante y la de la violencia de género o el dolor en su acepción más amplia, pero siempre con una puerta de salida a la esperanza. No se queda con un solo poema, aunque tal vez el dedicado a su madre sea el más íntimo y el más emocionante a un tiempo.

El 28 de octubre habrá otra presentación en l’Eliana (Valencia), donde reside, pero seguro que no dejará poso tan profundo como el de Torquemada.