En Navidad Alberto Núñez Feijóo autoanalizó su situación y la del PP y al reincorporarse tomó decisiones importantes de cara a las elecciones: apoyar sin complejo al gobierno en asuntos que afectan a todos los españoles, como la reforma de la ley Montero sobre libertad sexual; hablar también sin complejo sobre Vox, pero sin dar ningún paso que permitiera deducir que pensaba gobernar en coalición con el partido de Abascal; y, después, promover algunos cambios en la dirección nacional.
Este lunes 13 fue la fecha marcada en su particular calendario para esos cambios. Señala a Borja Sémper como persona en alza en el partido al crear una nueva vicesecretaría de Cultura y Sociedad Abierta, un término suficientemente ambiguo como para convertirse el cajón de sastre en el que Feijóo puede meter todas las materias que le interesen de cara a presentar al PP ante la sociedad como un partido que trabaja pensando en los retos del futuro. Entre ellos, aunque no aparezca en el título, todo lo relacionado con Educación. Crea también Feijóo una nueva vicesecretaría, de Estudios, para Carmen Navarro, que es evidente que pierde peso porque ocupaba la de Políticas Sociales, pero para compensarla se la nombra secretaria de la Mesa del Congreso en sustitución de Adolfo Suárez, que hace unas semanas anunció su decisión de abandonar la actividad política. Y da un salto cualitativo Carmen Fúnez, de larga trayectoria en el partido donde fue presidenta nacional de Nuevas Generaciones, parlamentaria en las Cortes de Castilla-La Mancha y senadora, entre otros cargos. A partir de ahora será vicesecretaria de Políticas Sociales.
A punto de que se cumpla un año al frente del PP, Feijóo ha puesto al partido en el punto de partida para iniciar el recorrido que quiere que culmine con ganar el 28 de mayo y, después, las elecciones generales. Las encuestas le son favorables y las que maneja Génova también auguran que ganará el PP, pero su presidente no se conforma con ganarlas. El objetivo es gobernar, y para ello tienen que conseguir más votos que los que sume el PSOE con sus socios habituales, En cuanto a Vox, lo que busca Feijóo es que el PP logre escaños suficientes para no verse obligado a ceder ante las exigencias de Abascal, tanto para llegar a un acuerdo de coalición como de legislatura.
Confía Feijóo en el trasvase al PP de un número considerable de votos que en tiempos pasados fueron a Ciudadanos. Para que sea así, es necesario centrar el partido, promover a personas de prestigio en el área económica y social, atraer votos que fueron del PSOE, y recuperar a desencantados del PP que se inclinaron por Vox hace cuatro años.
Los cambios de este lunes se han realizado con ese objetivo. Pero seguirán en los próximos días. Feijóo está decidido a gobernar, decidido a "salvar" a los españoles de un presidente, Sánchez, que considera un desastre.